Por esto se enlutará la tierra

 

¿Por qué se enluta la tierra y se extenúan todo morador de ella,…?

 

1Oíd palabra de Jesús, hijos de Israel, porque Jesús contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. 2Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden. 3Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán.” (Oseas 4:1-3) ¿Por qué en el día de Jesús,… se enluta la tierra,…? 2Oíd esto, ancianos, y escuchad, todos los moradores de la tierra. ¿Ha acontecido esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres? 3De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación. 4Lo que quedó de la oruga (gusano) comió el saltón, y lo que quedó del saltón comió el revoltón; y la langosta comió lo que del revoltón había quedado. 5Despertad, borrachos, y llorad; gemid, todos los que bebéis vino, a causa del mosto, porque os es quitado de vuestra boca. 6Porque pueblo fuerte e innumerable subió a mi tierra; sus dientes son dientes de león, y sus muelas, muelas de león. 7Asoló mi vid, y descortezó mi higuera; del todo la desnudó y derribó; sus ramas quedaron blancas. 8Llora tú como joven vestida de cilicio por el marido de su juventud. 9Desapareció de la casa de Jesús la ofrenda y la libación; los sacerdotes ministros de Jesús están de duelo. 10El campo está asolado, se enlutó la tierra; porque el trigo fue destruido, se secó el mosto, se perdió el aceite. 11Confundíos, labradores; gemid, viñeros, por el trigo y la cebada, porque se perdió la mies del campo. 12La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres. 13Ceñíos y lamentad, sacerdotes; gemid, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitada es de la casa de vuestro Dios la ofrenda y la libación. 14Proclamad ayuno, convocad a asamblea; congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jesús vuestro Dios, y clamad a Jesús. 15¡Ay del día! porque cercano está el día de Jesús, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso.(Joel 1:2-15; Ver también Amos 1:2)

 

¿Cuándo los pueblos huyen a la voz del estruendo; las naciones son esparcidas,… y Jesús es exaltado; y llena Jesús a Sion de justicia y de juicio,… en estos tiempos se vera que la sabiduría y la ciencia reinan y habrá abundancia de salvación,… pero, se ve que las calzadas están desechas, y han cesado los caminantes, porque Jesús anula el pacto, aborrecido la ciudad, y ha tenido en nada a los hombres, por eso se enluto y enferma la tierra,… pero los que moran en Sion les es perdonada la iniquidad?

 

1¡Ay de ti, que saqueas, y nunca fuiste saqueado; que haces deslealtad, bien que nadie contra ti la hizo! Cuando acabes de saquear, serás tú saqueado; y cuando acabes de hacer deslealtad, se hará contra ti. 2Oh Jesús, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; tú, brazo de ellos en la mañana, sé también nuestra salvación en tiempo de la tribulación. 3Los pueblos huyeron a la voz del estruendo; las naciones fueron esparcidas al levantarte tú. 4Sus despojos serán recogidos como cuando recogen orugas; correrán sobre ellos como de una a otra parte corren las langostas. 5Será exaltado Jesús, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia. 6Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jesús será su tesoro. 7He aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente. 8Las calzadas están deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres. 9Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue cortado; Sarón se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos. 10Ahora me levantaré, dice Jesús; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido. 11Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá. 12Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego. 13Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. 14Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? 15El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; 16éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. 17Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos. 18Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba? ¿qué del pesador del tributo? ¿qué del que pone en lista las casas más insignes? 19No verás a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no comprendas. 20Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. 21Porque ciertamente allí será Jesús para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave. 22Porque Jesús es nuestro juez, Jesús es nuestro legislador, Jesús es nuestro Rey; él mismo nos salvará. 23Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín. 24No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad.” (Isa. 33:1-24)

 

¿Cuándo los que confían en Jesús,… hable y diga que hay que allanar el camino, quitad los tropiezos del camino del pueblo de Jesús,… qué enlutados serán pastoreados por Jesús y reciben su consuelo cuando Jesús sane el alma de los que se enojo con ellos y les hirió,…?

 

“…el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte. 14Y dirá: Allanad, allanad; barred el camino, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo. 15Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. 16Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado. 17Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió rebelde por el camino de su corazón. 18He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados; 19produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jesús; y lo sanaré. 20Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. 21No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.” (Isa. 57:13-21)

 

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