Como de mujer que está de parto, angustia

 

¿Cuándo el prevaricador prevarica y el destructor destruye y Babilonia cae,… quien esta con angustia como mujer de parto,… ya que el pueblo de Jesús es trillado y aventado,…?

 

1Profecía sobre el desierto del mar. Como torbellino del Neguev, así viene del desierto, de la tierra horrenda. 2Visión dura me ha sido mostrada. El prevaricador prevarica, y el destructor destruye. Sube, oh Elam; sitia, oh Media. Todo su gemido hice cesar. 3Por tanto, mis lomos se han llenado de dolor; angustias se apoderaron de mí, como angustias de mujer de parto; me agobié oyendo, y al ver me he espantado. 4Se pasmó mi corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me volvió en espanto. 5Ponen la mesa, extienden tapices; comen, beben. ¡Levantaos, oh príncipes, ungid el escudo! 6Porque el Señor me dijo así: Ve, pon centinela que haga saber lo que vea. 7Y vio hombres montados, jinetes de dos en dos, montados sobre asnos, montados sobre camellos; y miró más atentamente, 8y gritó como un león: Señor, sobre la atalaya estoy yo continuamente de día, y las noches enteras sobre mi guarda; 9y he aquí vienen hombres montados, jinetes de dos en dos. Después habló y dijo: Cayó, cayó Babilonia; y todos los ídolos de sus dioses quebrantó en tierra. 10Oh pueblo mío, trillado y aventado, os he dicho lo que oí de Jesús de los ejércitos, Dios de Israel.” (Isa. 21:1-10)

 

¿Cuándo Jesús, vuela sobre Moab como águila,… y extiende sus alas contra Moab,… las ciudades son tomadas, y las fortalezas, y el corazón de los valientes de Moab en aquel día, es como corazón de mujer en angustia,… por que en el año de su castigo,… es Moab destruido hasta dejar de ser pueblo,…?

 

40Porque así ha dicho Jesús: He aquí que como águila volará, y extenderá sus alas contra Moab. 41Tomadas serán las ciudades, y tomadas serán las fortalezas; y será aquel día el corazón de los valientes de Moab como el corazón de mujer en angustias. 42Y Moab será destruido hasta dejar de ser pueblo, porque se engrandeció contra Jesús. 43Miedo y hoyo y lazo contra ti, oh morador de Moab, dice Jesús. 44El que huyere del miedo caerá en el hoyo, y el que saliere del hoyo será preso en el lazo; porque yo traeré sobre él, sobre Moab, el año de su castigo, dice Jesús. 45A la sombra de Hesbón (En hebreo. Ingenio o inteligencia) se pararon sin fuerzas los que huían; mas salió fuego de Hesbón, y llama de en medio de Sehón (rey de Hesbón  Núm 21:26), y quemó el rincón de Moab, y la coronilla de los hijos revoltosos. 46¡Ay de ti, Moab! pereció el pueblo de Quemos (En hebreo Subyugador); porque tus hijos fueron puestos presos para cautividad, y tus hijas para cautiverio. “47Pero haré volver a los cautivos de Moab en lo postrero de los tiempos, dice Jesús. Hasta aquí es el juicio de Moab.” (Jer. 48:40-47)

 

¿Jesús a todos los que confían en él (en el día de la gran matanza Isa. 30:25), da pan de congoja y agua de angustia,… y espera la voz de clamor de ellos, para tener misericordia,… y pone maestros a sus espaldas,… que les indiquen cual es el camino,… entonces, ellos profanan la cubierta de sus esculturas de plata, y la vestidura de sus imágenes fundidas de oro; ya que las apartan de ellos como trapo asqueroso,… entonces Jesús dará lluvia a sus sementeras y cuando siembren la tierra dará pan del fruto de la tierra, y será abundante y pingüe,…?

 

18Por tanto, Jesús esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jesús es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él. 19Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá. 20Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. 21Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda. 22Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡Sal fuera! les dirás. 23Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto de la tierra, y será abundante y pingue; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas dehesas. 24Tus bueyes y tus asnos que labran la tierra comerán grano limpio, aventado con pala y criba. 25Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres. 26Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Jesús la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó.” (Isa. 30:18-26 Para ver quien busca a Jesús y reconoce su pecado en la angustia, estudiar Oseas 5:13-15)

 

¿Todo hombre del monte de Esaú,… es cortado para siempre,… ya que cuando Jesús dio angustia a Jacob,… ellos miraron su infortunio,… y se alejaron de Judá en el día que se perdió,… y echaron mano a sus bienes en el día de la calamidad,… y mataron a los que de ellos escaparon,… siendo también ellos iguales a ellos,…?

 

9Y tus valientes, oh Temán, serán amedrentados; porque todo hombre será cortado del monte de Esaú por el estrago. 10Por la injuria a tu hermano Jacob te cubrirá vergüenza, y serás cortado para siempre. 11El día que estando tú delante, llevaban extraños cautivos su ejército, y extraños entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos. 12Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano, en el día de su infortunio; no debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día en que se perdieron, ni debiste haberte jactado en el día de la angustia. 13No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; no, no debiste haber mirado su mal en el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad. 14Tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas para matar a los que de ellos escapasen; ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de angustia.” (Abdias 1:9-14)

 

¿Oyó Jesús a Jonás,… en la angustia,… y cuando clamo a Jesús el le oyó?

 

1Entonces oró Jonás a Jesús su Dios desde el vientre del pez, 2y dijo: Invoqué en mi angustia a Jesús, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé, Y mi voz oíste.” (Jonás 2:1)

 

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