Cola

 

¿En la profecía la cola puede estar representado por el profeta que habla mentira?

 

15El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola” (Isa. 9:15)

 

¿En el día que entra Jesús en Egipto en una nube,… y Jesús mezcla espíritu de vértigo en medio de él, no aprovechara cosa que haga cabeza, cola,... y los egipcios,… serán como mujeres,… y clamarán a Jesús a causa de sus opresores y el les enviará salvador y príncipe que les libre,… en aquel día los egipcios conocerán a Jesús, harán sacrificio y oblación; y harán votos a Jesús y los cumplirán,… y herirá Jesús a Egipto; herirá y sanará, y se convertirán a Jesús, y les será clemente y los sanará,… por que en aquel tiempo,… habrá una calzada de Egipto a Asiría, y asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiría; y los egipcios servirán con los asirios a Jesús, en aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiría para bendición en medio de la tierra; porque Jesús de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad?

 

1Profecía sobre Egipto. He aquí que Jesús monta sobre una ligera nube, y entrará en Egipto; y los ídolos de Egipto temblarán delante de él, y desfallecerá el corazón de los egipcios dentro de ellos11Ciertamente son necios los príncipes de Zoán; el consejo de los prudentes consejeros de Faraón se ha desvanecido. ¿Cómo diréis a Faraón: Yo soy hijo de los sabios, e hijo de los reyes antiguos? 12¿Dónde están ahora aquellos tus sabios? Que te digan ahora, o te hagan saber qué es lo que Jesús de los ejércitos ha determinado sobre Egipto. 13Se han desvanecido los príncipes de Zoán, se han engañado los príncipes de Menfis; engañaron a Egipto los que son la piedra angular de sus familias. 14Jesús mezcló espíritu de vértigo en medio de él; e hicieron errar a Egipto en toda su obra, como tambalea el ebrio en su vómito. 15Y no aprovechará a Egipto cosa que haga la cabeza o la cola, la rama o el junco. 16En aquel día los egipcios serán como mujeres; porque se asombrarán y temerán en la presencia de la mano alta de Jesús de los ejércitos, que él levantará contra ellos. 18En aquel tiempo habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablen la lengua de Canaán, y que juren por Jesús de los ejércitos; una será llamada la ciudad de Herez. 19En aquel tiempo habrá altar para Jesús en medio de la tierra de Egipto, y monumento a Jesús junto a su frontera. 20Y será por señal y por testimonio a Jesús de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque clamarán a Jesús a causa de sus opresores, y él les enviará salvador y príncipe que los libre. 21Y Jesús será conocido de Egipto, y los de Egipto conocerán a Jesús en aquel día, y harán sacrificio y oblación; y harán votos a Jesús, y los cumplirán. 22Y herirá Jesús a Egipto; herirá y sanará, y se convertirán a Jesús, y les será clemente y los sanará. 23En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiría, y asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiría; y los egipcios servirán con los asirios a Jesús. 24En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiría para bendición en medio de la tierra; 25porque Jesús de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.” (Isa. 19:1-25)

 

¿®El dragón escarlata que aparece en los cielos como señal,... su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arroja sobre la tierra?

 

3También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; 4y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra.” (Apoc. 12:3-4)

 

¿Cuando el quinto ángel toca la trompeta, y una estrella cae del cielo,... y es abierto el pozo del abismo,... de este pozo sube humo como de un gran horno,... y del humo salen langostas sobre la tierra,... que con sus colas como de escorpiones,... dañan a los hombres por cinco meses,...?

 

1El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. 2Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. 3Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra,... 7El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas; 8tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones; 9tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; 10tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses. 11Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.” (Apoc. 9:7-11)

 

¿Cuando el sexto ángel toca la trompeta,... y este ángel desata a los cuatro ángeles que están atados junto al río Eufrates,... se ve caballos y jinetes que tienen corazas de fuego, zafiro y azufre,... pero de sus  bocas sale fuego, humo y azufre,... también se ve que el poder de los caballos estaba en sus bocas y sus colas, y que sus colas semejante a serpientes tenían cabezas y con ellas dañaban?

 

13El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, 14diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates. 15Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. 16Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. 17Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. 18Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. 19Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban.” (Apoc. 9:13-19)

 

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