Hirió

 

¿Cuando Jesús hirió a todos los primogénitos de Egipto,... hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto?

 

29Y aconteció que a la medianoche Jesús hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales. 30Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto.” (Éxo. 12:29-30)

 

¿Puede Satanás herir a los hombres,..?

 

7Entonces salió Satanás de la presencia de Jesús, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. 8Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.” (Job. 2:7-8)

 

¿Cuándo el Señor se despertó,... y hiere a sus enemigos los hiere por detrás, y les da perpetua afrenta,…?

 

65Entonces despertó el Señor como quien duerme, como un valiente que grita excitado del vino, 66E hirió a sus enemigos por detrás; Les dio perpetua afrenta.” (Sal. 78:65-66)

 

¿Cuando Jesús haya acabado toda su obra en el monte de Sion y en Jerusalén,... y castigue luego la soberbia del rey de Asiria,... porque la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama, que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinos,... y acontecerá en aquel tiempo, que los que hayan quedado de Israel y los que hayan quedado de la casa de Jacob, nunca más se apoyarán en el que los hirió, sino que se apoyarán con verdad en Jesús, el Santo de Israel,...?

 

12Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte de Sion y en Jerusalén, castigará el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y la gloria de la altivez de sus ojos,... 16Por esto el Señor, Jesús de los ejércitos, enviará debilidad sobre sus robustos, y debajo de su gloria encenderá una hoguera como ardor de fuego. 17Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama, que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinos. 18La gloria de su bosque y de su campo fértil consumirá totalmente, alma y cuerpo, y vendrá a ser como abanderado en derrota. 19Y los árboles que queden en su bosque serán en número que un niño los pueda contar. 20Acontecerá en aquel tiempo, que los que hayan quedado de Israel y los que hayan quedado de la casa de Jacob, nunca más se apoyarán en el que los hirió, sino que se apoyarán con verdad en Jesús, el Santo de Israel. 21El remanente volverá, el remanente de Jacob volverá al Dios fuerte. 22Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de él volverá; la destrucción acordada rebosará justicia. 23Pues el Señor, Jesús de los ejércitos, hará consumación ya determinada en medio de la tierra.” (Isa. 10:16-23)

 

¿Cuándo el nombre de Jesús viene de lejos, su rostro encendido,... su lengua como fuego que consume,... y su aliento cual torrente que inunda y llega hasta el cuello, para zarandear las naciones con criba de destrucción,... y Jesús hará oír su potente voz, y hará ver el descenso de su brazo, con furor de rostro y llama de fuego consumidor, con torbellino, tempestad y piedra de granizo, porque Asiría que hirió con vara, con la voz de Jesús será quebrantada,...?

 

27He aquí que el nombre de Jesús viene de lejos; su rostro encendido, y con llamas de fuego devorador; sus labios llenos de ira, y su lengua como fuego que consume. 28Su aliento, cual torrente que inunda; llegará hasta el cuello, para zarandear a las naciones con criba de destrucción; y el freno estará en las quijadas de los pueblos, haciéndoles errar. 29Vosotros tendréis cántico como de noche en que se celebra pascua, y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte de Jesús, al Fuerte de Israel. 30Y Jesús hará oír su potente voz, y hará ver el descenso de su brazo, con furor de rostro y llama de fuego consumidor, con torbellino, tempestad y piedra de granizo. 31Porque Asiria (Asiria en la profecía representa a todas las naciones en las cuales Jesús extiende su mano, para quebrantarlo y hollarle en sus montes y quitar así el yugo de ellos y su carga de su hombro Isa. 14:24-27) que hirió con vara, con la voz de Jesús será quebrantada. 32Y cada golpe de la vara justiciera que asiente Jesús sobre él, será con panderos y con arpas; y en batalla tumultuosa peleará contra ellos. 33Porque Tofet ya de tiempo está dispuesto y preparado para el rey, profundo y ancho, cuya pira es de fuego, y mucha leña; el soplo de Jesús, como torrente de azufre, lo enciende.” (Isa. 30:27-33)

 

¿Cuándo una piedra es cortada de la imagen (que observo Nabuconodosor en visión Dan 2:25-28),... hiere a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuza?

 

34Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. 35Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra,...” (Dan 2:34-35)

 

¿Bienaventurado es el hombre a que Dios castiga,... porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; El hiere, y sus manos curan?

 

17He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso. 18Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; El hiere, y sus manos curan.” (Job. 5:17-18; ver también Oseas 6:1-3)

 

¿Los dos testigos que profetizan por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio,... tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran?

 

3Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio,... 6Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.” (Apoc. 11:3-6)

 

¿El que monta el caballo blanco,... de su boca sale una espada aguda,... la cual hiere a las naciones?

 

11Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea,... 15De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.” (Apoc 19:11-15)

 

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