Daré en el Desierto Acacias, Arrayanes y olivos

 

¿Qué fuente saldrá de la casa de Jesús que riegue el valle de Sitim (que en hebreo es acacias o arbustos) cuando Jesús more en Sion y Jerusalén sea santa y extraños no pasarán más por ella?

 

17Y conoceréis que yo soy Jesús vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella. 18Sucederá en aquel tiempo, que los montes destilarán mosto, y los collados fluirán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán aguas; y saldrá una fuente de la casa de Jesús, y regará el valle de Sitim [“Morada de Israel; donde el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab” (Núm 25:1)]. 19Egipto será destruido, y Edom será vuelto en desierto asolado, por la injuria hecha a los hijos de Judá; porque derramaron en su tierra sangre inocente. 20Pero Judá será habitada para siempre, y Jerusalén por generación y generación. 21Y limpiaré la sangre de los que no había limpiado; y Jesús morará en Sion.” (Joel 3:17-21)

 

¿Puede Jesús hacer crecer en vez de ortiga arrayán; para los impíos que dejan su camino y el hombre inicuo sus pensamientos?

 

6Buscad a Jesús mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jesús, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. 8Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jesús... 12Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. 13En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jesús por nombre, por señal eterna que nunca será raída.” (Isa. 52:12-13) ¿Qué convierte Jesús en campo de ortigas y mina de sal y asolamiento perpetuo? 8Yo he oído las afrentas de Moab, y los denuestos de los hijos de Amón con que deshonraron a mi pueblo, y se engrandecieron sobre su territorio. 9Por tanto, vivo yo, dice Jesús de los ejércitos, Dios de Israel, que Moab será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra; campo de ortigas, y mina de sal, y asolamiento perpetuo; el remanente de mi pueblo los saqueará, y el remanente de mi pueblo los heredará.” (Sof. 2:8-9) ¿Quién es Moab en la profecía? 11Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre su sedimento ha estado reposado, y no fue vaciado de vasija en vasija, ni nunca estuvo en cautiverio; por tanto, quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado.(Jer. 48:11) ¿A quienes obedecerán los de Moab y los hijos de Amón después de que Jesús alce otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar...? 11Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jesús alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria (Tierra de caldeos, los cuales fundaron Babilonia Isa. 23:13; Isa. 13:19 Además Asiria en la profecía representa a todas las naciones en las cuales Jesús extiende su mano, para quebrantarlo y hollarle en sus montes y quitar así el yugo de ellos y su carga de su hombro Isa. 14:24-27), Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. 12Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra. 3Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín; 14sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán. 15Y secará Jesús la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias. 16Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto. (Isa. 11:11-16)

 

¿De donde salen aguas que llegan a ser ríos donde crecen árboles a un lado y otro lado y todo ser viviente que entra a esta agua de este río a nado allá sanidad por donde quiera que entre?

 

1Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar. 2Y me sacó por el camino de la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por el camino exterior, fuera de la puerta, al camino de la que mira al oriente; y vi que las aguas salían del lado derecho. 3Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. 4Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. 5Midió otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado. 6Y me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Después me llevó, y me hizo volver por la ribera del río.7Y volviendo yo, vi que en la ribera del río había muchísimos árboles a uno y otro lado. 8Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán al Arabá (cuyo significado en hebreo es desierto o Yermo), y entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas. 9Y toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá; y habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este río.” (Eze. 47:1-9 ver además Dan. 7:9-10) ¿En donde hay árboles de vida donde sus hojas es para sanidad de las naciones....?1Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. 2En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. 3Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. 5No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; (“...con su gloria los ilumina y el cordero es su lumbrera. 24Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. 25Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. 26Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella. 27No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. Apoc. 21:23-24) y reinarán por los siglos de los siglos.” (Apoc. 22:1-5)

 

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