La
arena del mar
¿Por no rehusar Abraham el único
hijo que tenía a Jesús y obedeció su voz, Jesús le dijo que multiplicará su
descendencia como la arena del mar,…?
“16y
dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jesús, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo;
17de cierto te bendeciré, y
multiplicaré tu descendencia
como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar;
y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. 18En
tu simiente serán benditas todas las naciones de la
tierra, por cuanto obedeciste a
mi voz.” (Gén 22:15-19) ¿Cuándo Jesús haya acabado toda su obra en el
monte de Sion [es decir, en el pueblo de Dios. Isa. 51:16] y en Jerusalén [la
ciudad santa, (Isa. 52:11)],… castigara la soberbia del rey de Asiría,… y la luz
de Israel será por fuego y su santo por llama, que abrase y consuma en un día sus
cardos y sus espinos,… y acontecerá en aquel día que los que hayan quedado de
la casa de Israel, y los que hayan quedado de la casa de Jacob aunque fueran
ellos como la arena del mar, no se apoyarán en el que los hirió sino se
apoyaran con verdad en Jesús,…? “12Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su
obra en el monte de Sion y en Jerusalén, castigará el fruto de la soberbia del corazón del rey de
Asiría, y la gloria de la altivez de sus ojos… 15¿Se gloriará
el hacha contra el que con ella corta? ¿Se ensoberbecerá la sierra contra el
que la mueve? ¡Como si el báculo levantase al que lo levanta; como si levantase
la vara al que no es leño! 16Por esto el Señor, Jesús de los
ejércitos, enviará debilidad sobre sus
robustos, y debajo de su gloria encenderá una hoguera como ardor de fuego.
17Y la luz de Israel será por
fuego, y su Santo por llama, que abrase y consuma en un día sus cardos y sus
espinos. 18La gloria de su bosque y de su campo fértil
consumirá totalmente, alma y cuerpo, y
vendrá a ser como abanderado en derrota. 19Y los árboles que queden en su bosque serán en número que un niño los pueda contar.
20Acontecerá en aquel tiempo,
que los que hayan quedado de Israel y
los que hayan quedado de la casa de Jacob, nunca más se apoyarán en el que los
hirió, sino que se apoyarán con
verdad en Jesús, el Santo de Israel. 21El remanente volverá,
el remanente de Jacob volverá al Dios
fuerte. 22Porque si tu
pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de él volverá;
la destrucción acordada rebosará
justicia. 23Pues el Señor, Jesús de los ejércitos, hará consumación ya determinada en medio de
la tierra.” (Isa. 10:12-23)
¿Los que rodean el campamento de
los santos y la ciudad amada, son en número como la arena del mar, y descenderá
fuego del cielo y los consumirá?
“1Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. 2Y
prendió al dragón, la serpiente
antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años,… 7Cuando los mil años se cumplan, Satanás
será suelto de su prisión, 8y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del
mar. 9Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad
amada; y de Dios descendió fuego
del cielo, y los consumió.
10Y el diablo que los engañaba
fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos
de los siglos.” (Apoc. 20:7-10)