Fieras
¿En donde Jesús hace dormir a las fieras del desierto,…?
“19Y Babilonia, hermosura de reinos y ornamento de
la grandeza de los caldeos, será como Sodoma y Gomorra, a las que
trastornó Dios. 20Nunca más será habitada, ni se morará en ella de generación en generación;
ni levantará allí tienda el árabe, ni
pastores tendrán allí majada; 21sino
que dormirán allí las fieras del desierto,
y sus casas se llenarán de hurones;
allí habitarán avestruces, y allí
saltarán las cabras salvajes. 22En
sus palacios aullarán hienas, y chacales en sus casas de deleite; y cercano a
llegar está su tiempo, y sus días no se alargarán.” (Isa. 13:19-22 Para ver
como llegan a morar las fieras en Babilonia y por que estudiar Jer. 50:35-46)
¿Cuándo la espada de Jesús se embriaga en los
cielos,… y desciende sobre Edom en juicio y sobre el pueblo de su anatema,… después del día de
Jesús donde moraran las fieras del desierto,…?
“5Porque en los cielos se embriagará mi espada; he aquí
que descenderá sobre Edom en juicio,
y sobre el pueblo de mi anatema.
6Llena está de sangre la espada de Jesús,
engrasada está de grosura, de sangre de corderos
y de machos cabríos, de grosura de riñones de carneros; porque Jesús tiene
sacrificios en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom. 7Y
con ellos caerán búfalos, y toros con becerros;
y su tierra se embriagará de sangre,
y su polvo se engrasará de grosura. 8Porque es día de venganza de Jesús, año de retribuciones en el pleito de Sion. 9Y sus arroyos se
convertirán en brea, y su polvo en azufre,
y su tierra en brea ardiente. 10No se
apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de
generación en generación será asolada,
nunca jamás pasará nadie por ella.
11Se adueñarán de ella el pelícano
y el erizo, la lechuza y el cuervo
morarán en ella; y se extenderá sobre ella cordel de destrucción,
y niveles de asolamiento. 12Llamarán a sus príncipes, príncipes sin reino; y todos
sus grandes serán nada. 13En sus
alcázares crecerán espinos, y ortigas
y cardos en sus fortalezas; y serán morada de chacales, y patio para los pollos de los avestruces. 14Las
fieras del desierto se encontrarán
con las hienas, y la cabra salvaje gritará a su compañero; la lechuza también
tendrá allí morada, y hallará para sí reposo. 15Allí
anidará el búho, pondrá sus huevos, y
sacará sus pollos, y los juntará debajo de sus alas; también se juntarán allí buitres, cada uno con su compañera. 16Inquirid
en el libro de Jesús, y leed si
faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó, y
los reunió su mismo Espíritu. 17Y él les echó suertes, y su mano les repartió con cordel; para siempre la tendrán por heredad; de generación en
generación morarán allí.” (Isa. 34:5.17 Para ver que las fieras quebrantan a los que dan a beber,… para
ver la desnudez ver Hab. 2:15-17 Para ver que la ciudad
alegre que esta confiada es hecha guarida de fieras estudiar Sof.
2:12-15)
¿Jesús utiliza las fieras del campo en sus juicios
contra Jerusalén,… para cortar hombres y bestias?
“21Por lo cual así ha
dicho Jesús el Señor: ¿Cuánto más cuando yo enviare contra Jerusalén mis cuatro juicios terribles,
espada, hambre, fieras y pestilencia,
para cortar
de ella hombres y bestias?
22Sin embargo, he aquí quedará en ella un
remanente, hijos e hijas, que serán llevados fuera; he aquí que ellos vendrán a vosotros, y veréis su camino y sus
hechos, y seréis consolados del mal que hice venir sobre Jerusalén, de todas las cosas que traje sobre
ella. 23Y os consolarán cuando viereis su
camino y sus hechos, y conoceréis que
no sin causa hice todo lo que he hecho en ella, dice Jesús el
Señor.” (Eze. 14:21-23 Para ver como utiliza estos cuatro Juicios terribles
contra Israel y por que estudiar Eze. 33:23-29) ¿Los pastores son culpables de que las ovejas de
Israel,… sean presa de las fieras del campo,… y por esta causa dejara de ser
por comida las ovejas a los pastores? “1Vino a mí palabra de Jesús,
diciendo: 2Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los
pastores: Así ha dicho Jesús el Señor: ¡Ay de
los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No
apacientan los pastores a los rebaños? 3Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada
degolláis, mas no apacentáis a las ovejas. 4No
fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la
perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la
perdida, sino que os habéis enseñoreado de
ellas con dureza y con violencia. 5Y andan errantes por
falta de pastor, y son presa de todas las fieras
del campo, y se han dispersado.
6Anduvieron perdidas mis ovejas
por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no
hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas. 7Por
tanto, pastores, oíd palabra de
Jesús: 8Vivo yo, ha dicho Jesús el Señor, que por cuanto mi rebaño
fue para ser robado, y mis ovejas fueron para
ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los
pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas;
9por tanto, oh pastores, oíd palabra de Jesús. 10Así ha dicho
Jesús el Señor: He aquí, yo estoy contra los pastores; y demandaré
mis ovejas de su mano, y les haré
dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores
se apacentarán más a sí mismos, pues yo libraré mis
ovejas de sus bocas, y no les serán
más por comida.” (Eze. 34:1-10)
¿Jesús da
por comida a las fieras del campo,… para que le coman a Gog,…?
“1Tú pues, hijo de
hombre, profetiza contra Gog, y di:
Así ha dicho Jesús el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe
soberano de Mesec y Tubal. 2Y
te quebrantaré, y te conduciré y te haré subir
de las partes del norte, y te traeré sobre los montes de Israel; 3y sacaré tu arco
de tu mano izquierda, y derribaré tus
saetas de tu mano derecha.
4Sobre
los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que fueron
contigo; a aves de rapiña
de toda especie, y a las fieras del campo, te
he dado por comida. 5Sobre la
faz del campo caerás; porque yo he hablado, dice Jesús el Señor.
6Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy Jesús.” (Eze.
39:1-6)