Los caballos

 

¿Qué caballos se puede referir el profeta Zacarías en estos versículos?

      

7A los veinticuatro días del mes undécimo, que es el mes de Sebat, en el año segundo de Darío, vino palabra de Jesús al profeta Zacarías hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo: 8Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán, el cual estaba entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos. 9Entonces dije: ¿Qué son éstos, señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré lo que son éstos. 10Y aquel varón que estaba entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que Jesús ha enviado a recorrer la tierra.” (Zac. 1:7-10) “1De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce. 2En el primer carro había caballos alazanes, en el segundo carro caballos negros, 3en el tercer carro caballos blancos, y en el cuarto carro caballos overos rucios rodados. 4Respondí entonces y dije al ángel que hablaba conmigo: Señor mío, ¿qué es esto? 5Y el ángel me respondió y me dijo: Estos son los cuatro vientos de los cielos, que salen después de presentarse delante del Señor de toda la tierra. 6El carro con los caballos negros salía hacia la tierra del norte, y los blancos salieron tras ellos, y los overos salieron hacia la tierra del sur. 7Y los alazanes salieron y se afanaron por ir a recorrer la tierra. Y dijo: Id, recorred la tierra. Y recorrieron la tierra. 8Luego me llamó, y me habló diciendo: Mira, los que salieron hacia la tierra del norte hicieron reposar mi Espíritu en la tierra del norte.” (Zac. 6:1-8) ¿Cuándo el enojo de Jesús se enciende sobre los pastores y castiga a los jefes quienes son por caballos a Jesús?3Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y castigaré a los jefes; pero Jesús de los ejércitos visitará su rebaño, la casa de Judá, y los pondrá como su caballo de honor en la guerra. 4De él saldrá la piedra angular, de él la clavija, de él el arco de guerra, de él también todo apremiador. 5Y serán como valientes que en la batalla huellan al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque Jesús estará con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados. 6Porque yo fortaleceré la casa de Judá, y guardaré la casa de José, y los haré volver; porque de ellos tendré piedad” (Zac. 10:3-6)

           

¿Los que confían en los caballos y descienden a Egipto,… y no miran al santo de Israel ni buscan a Jesús,… cuando Jesús extiende su mano cae el ayudador y el ayudado y desfallecen a una?

      

1¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; Y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jesús! 2Pero él también es sabio, y traerá el mal, y no retirará sus palabras. Se levantará, pues, contra la casa de los malignos, y contra el auxilio de los que hacen iniquidad. 3Y los egipcios hombres son, y no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; De manera que al extender Jesús su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.” (Isa. 31:1-5)

           

¿Cuando el enojo de Jesús se enciende sobre los pastores, y castiga a los jefes,… y Jesús visite a su rebaño,… y los pone como caballos de honor en la guerra,… los que cabalguen en caballos serán avergonzados,… pero Jesús fortalece la casa de Judá, y guarda la casa de José, y los haré volver; porque de ellos tiene piedad,…?

           

3Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y castigaré a los jefes; pero Jesús de los ejércitos visitará su rebaño, la casa de Judá, y los pondrá como su caballo de honor en la guerra. 4De él saldrá la piedra angular, de él la clavija, de él el arco de guerra, de él también todo apremiador. 5Y serán como valientes que en la batalla huellan al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque Jesús estará con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados. 6Porque yo fortaleceré la casa de Judá, y guardaré la casa de José, y los haré volver; porque de ellos tendré piedad, y serán como si no los hubiera desechado; porque yo soy Jesús su Dios, y los oiré. 7Y será Efraín como valiente, y se alegrará su corazón como a causa del vino; sus hijos también verán, y se alegrarán; su corazón se gozará en Jesús.” (Zac. 10:3-7)

 

¿Cuando el pueblo de Jesús no conoce los juicios de Jesús,… siguen la avaricia,… y no se avergüenza de ni en lo mas mínimo,… envía Jesús desde Dam caballos,… para cortarles del todo?

 

7Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jesús. 8¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Jesús está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas. 9Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados; he aquí que aborrecieron la palabra de Jesús; ¿y qué sabiduría tienen? 10Por tanto, daré a otros sus mujeres, y sus campos a quienes los conquisten; Porque desde el más pequeño hasta el más grande cada uno sigue la avaricia; Desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño. 11Y curaron la herida de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. 12¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado en lo más mínimo, ni supieron avergonzarse; caerán, por tanto, entre los que caigan; Cuando los castigue caerán, dice Jesús. 13Los cortaré del todo, dice Jesús. No quedarán uvas en la vid, ni higos en la higuera, y se caerá la hoja; Y lo que les he dado pasará de ellos,15Esperamos paz, y no hubo bien; día de curación, y he aquí turbación. 16Desde Dan[Serpientes junto al camino que muerde los talones del caballo y hace caer  hacia atrás al jinete (Gén. 49:17) ] se oyó el bufido de sus caballos; al sonido de los relinchos de sus corceles tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, a la ciudad y a los moradores de ella. 17Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, áspides contra los cuales no hay encantamiento, y os morderán, dice Jesús.” (Jer. 8:7-17)

 

¿El pueblo que viene del extremo de la tierra, que manejan arco y lanza,… montan sobre caballos,… va en contra de la hija de Babilonia,… y al grito de la toma de Babilonia la tierra tiembla, y clamor se oye entre las naciones?

 

41He aquí viene un pueblo del norte, y una nación grande y muchos reyes se levantarán de los extremos de la tierra. 42Arco y lanza manejarán; serán crueles, y no tendrán compasión; su voz rugirá como el mar, y montarán sobre caballos; se prepararán contra ti como hombres a la pelea, oh hija de Babilonia. 43Oyó la noticia el rey de Babilonia, y sus manos se debilitaron; angustia le tomó, dolor como de mujer de parto. 44He aquí que como león subirá de la espesura del Jordán a la morada fortificada; porque muy pronto le haré huir de ella, y al que yo escoja la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí? ¿y quién me emplazará? ¿o quién será aquel pastor que podrá resistirme? 45Por tanto, oíd la determinación que Jesús ha acordado contra Babilonia, y los pensamientos que ha formado contra la tierra de los caldeos: Ciertamente a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. 46Al grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre las naciones” (Jer. 51:41-46)

 

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