Extranjero
¿Por que Dios ordeno a Israel
que no aflijan, ni engañen al extranjero,…?
“21Y al extranjero no
engañarás ni angustiarás, porque extranjeros
fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
22A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. 23Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí,
ciertamente oiré yo su clamor; 24y mi furor se encenderá, y os
mataré a espada, y vuestras
mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos.” (Éxo. 22:21-24; Jer. 7:5-7)
¿Jesús como ama al extranjero?
“17Porque Jesús vuestro Dios es Dios de dioses y Señor
de señores, Dios grande, poderoso y temible, que
no hace acepción de personas, ni
toma cohecho; 18que hace
justicia al huérfano y a la viuda; que ama
también al extranjero dándole pan y vestido.”
(Deut. 10:17-18) ¿Jesús
guarda al extranjero,… pero el camino del impío trastorna? “9Jesús guarda a los extranjeros; Al huérfano y a la viuda
sostiene, Y el camino de los impíos trastorna.” (Sal. 149:9)
¿Qué mando Dios en cuanto
del comportamiento que debe tener Israel con el extranjero,… para que Jesús
les bendiga en todo lo que hagan?
“19Cuando siegues tu mies en tu campo,
y olvides alguna gavilla en el
campo, no volverás para recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda;
para que te bendiga Jesús tu Dios en toda
obra de tus manos. 20Cuando
sacudas tus olivos, no recorrerás las
ramas que hayas dejado tras de ti;
serán para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
21Cuando vendimies tu viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda. 22Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.”
(Deut. 24:19-22)
¿Incurre en
maldición el que pervierte el derecho del extranjero,…?
“19Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.”
(Deut. 27:19) ¿La casa de
Judá Jesús dijo que será desierta si engaña y roba al extranjero? “1Así dijo Jesús: Desciende
a la casa del rey de Judá,
y habla allí esta palabra, 2y
di: Oye palabra de Jesús, oh rey de Judá que estás sentado sobre el trono de
David, tú, y tus siervos, y tu pueblo que entra por estas puertas. 3Así
ha dicho Jesús: Haced juicio y justicia, y
librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni
derraméis sangre inocente
en este lugar. 4Porque si efectivamente obedeciereis esta palabra,
los reyes que en lugar de David se sientan sobre su trono, entrarán montados en
carros y en caballos por
las puertas de esta casa; ellos, y sus criados
y su pueblo. 5Mas si no oyereis estas
palabras, por mí mismo he jurado, dice Jesús, que esta casa será desierta.”
(Jer. 22.1-5)