Las dos terceras partes serán cortadas en ella, y se perderán
¿Quiénes descienden al pozo de perdición?
“23Mas tú, oh Dios,
harás descender aquéllos al pozo de perdición.
Los hombres sanguinarios y engañadores
no llegarán a la mitad de sus días...” (Sal. 55:23)
¿Por qué llega a perderse el vino y enfermarse la
vid,... cuando Jesús vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace
esparcir a sus moradores... y este reinando en el monte de Sion y en Jerusalén
y delante de sus ancianos sea glorificado?
“1He aquí que Jesús vacía la tierra y la
desnuda, y trastorna su faz,
y hace esparcir (o dispersa) a sus moradores.
2Y sucederá así como al pueblo, también al sacerdote; como al siervo, así a
su amo; como a la criada, a su ama; como al que compra, al que vende; como al
que presta, al que toma prestado; como al que da a logro, así al que lo recibe.
3La
tierra será enteramente vaciada, y completamente saqueada; porque Jesús ha pronunciado esta palabra. 4Se
destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron
los altos pueblos de la tierra.
5Y la tierra se contaminó bajo
sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon
el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno.
6Por esta causa la maldición consumió la
tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los
habitantes de la tierra, y disminuyeron
los hombres. 7Se perdió el vino,
enfermó la vid, gimieron todos los que eran alegres de corazón. 8Cesó el regocijo
de los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran, cesó la alegría
del arpa. 9No beberán vino con cantar; la sidra les será amarga a
los que la bebieren. 10Quebrantada está la ciudad por la vanidad; toda
casa se ha cerrado, para que no entre nadie... 17Terror, foso y
red sobre ti, oh morador de la tierra.
18Y acontecerá que el que huyere de la voz del terror caerá
en el foso; y el que saliere de en medio del
foso será preso en la red; porque de
lo alto se abrirán ventanas, y temblarán los
cimientos de la tierra. 19Será quebrantada del todo la
tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra
conmovida. 20Temblará la tierra como
un ebrio, y será removida como una choza;
y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará. 21Acontecerá en
aquel día, que Jesús castigará al
ejército de los cielos en lo alto, y a los
reyes de la tierra sobre la tierra.
22Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán encerrados,
y serán castigados después de muchos días.
23La
luna se avergonzará, y el sol
se confundirá, cuando Jesús de los ejércitos reine
en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea
glorioso.” (Isa. 24:1-23)
¿Qué hizo Jesús con el pueblo de Israel en el día
de su perdición por incensar a lo que es vanidad?
“13Por tanto, así
dijo Jesús: Preguntad ahora a las naciones, quién ha oído cosa semejante. Gran
fealdad ha hecho la virgen de Israel...
15Porque mi pueblo me ha olvidado,
incensando a lo que es vanidad, y ha tropezado en sus caminos, en
las sendas antiguas, para que camine por sendas y no por camino transitado,
16para poner su tierra en desolación, objeto
de burla perpetua; todo aquel que
pasare por ella se asombrará, y meneará la cabeza. 17Como
viento solano los esparciré delante del enemigo;
les mostraré las espaldas y no el rostro, en el día de su perdición”
(Jer. 18:13-17) “9Te perdiste, oh Israel, mas en mí está tu ayuda.” (Oseas 13:9)
¿Quiénes pueden estar perdidos en el desierto.... y
Jesús liberarles de las aflicciones y dirigirles por camino derecho para que
vayan a ciudad habitable?
“2Díganlo los redimidos de Jesús, Los que ha redimido
del poder del enemigo, 3Y los ha
congregado de las tierras, Del oriente y del
occidente, Del norte y del sur. 4Anduvieron perdidos por el
desierto, por la soledad sin camino,
Sin hallar ciudad en donde vivir. 5Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía
en ellos. 6Entonces clamaron a Jesús en su angustia, Y los
libró de sus aflicciones. 7Los dirigió por camino derecho, Para
que viniesen a ciudad habitable. 8Alaben la misericordia de Jesús, Y sus
maravillas para con los hijos de los hombres. 9Porque
sacia al alma menesterosa, Y llena de
bien a la alma hambrienta. (Sal.
107:1-9)
¿Qué se pierde y no será más; cuando Jesús monte
en una ligera una nube y entre a Egipto para bendecir a Egipto su pueblo y a
los asirios obra de sus manos e Israel su heredad?
“1Profecía sobre
Egipto. He aquí que Jesús monta sobre una
ligera nube, y entrará en Egipto; y los ídolos de Egipto temblarán
delante de él, y desfallecerá el corazón de los egipcios dentro de ellos... 5Y
las aguas del mar faltarán, y el río se agotará y secará. 6Y se
alejarán los ríos, se agotarán y secarán las
corrientes de los fosos; la caña y el carrizo serán cortados. 7La
pradera de junto al río, de junto a la ribera del río, y toda sementera del río, se secarán, se perderán, y no serán más... 16En
aquel día los egipcios serán como
mujeres; porque se asombrarán y temerán en la presencia de la mano alta de Jesús de los ejércitos, que
él levantará contra ellos. 17Y la
tierra de Judá será de espanto a Egipto; todo
hombre que de ella se acordare temerá por causa del consejo que Jesús de los
ejércitos acordó sobre aquél. 18En aquel tiempo habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que
hablen la lengua de Canaán, y que juren por
Jesús de los ejércitos; una será llamada la ciudad de Herez. 19En aquel
tiempo habrá altar para
Jesús en medio de la tierra de Egipto,
y monumento a Jesús junto a su frontera. 20Y será por señal y por
testimonio a Jesús de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque clamarán a Jesús a causa de sus opresores, y él les
enviará salvador y príncipe que los libre. 21Y Jesús
será conocido de Egipto, y los de Egipto conocerán a Jesús en aquel día, y harán sacrificio y oblación; y harán votos a Jesús, y los cumplirán. 22Y herirá Jesús a Egipto; herirá y sanará, y se convertirán
a Jesús, y les será clemente y los sanará. 23En aquel
tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiria, y
asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiria; y los egipcios
servirán con los asirios a Jesús. 24En aquel tiempo Israel
será tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la
tierra; 25porque Jesús de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis
manos, e Israel mi heredad.” (Isa. 19:1-25)