Levántate, oh espada, contra el pastor...

 

¿Qué acontece con los pastores que son jefes y sus ovejas en la estación tardía; cuando Jesús hace relámpagos y derramé lluvia abundante...para avergonzar a los que cabalgan en caballos... y fortalecer la casa de Judá y guardar la casa de José?

 

1Pedid a Jesús lluvia en la estación tardía. Jesús hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno. 2Porque los terafines han dado vanos oráculos, y los adivinos han visto mentira, han hablado sueños vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga como ovejas, y sufre porque no tiene pastor. 3Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y castigaré a los jefes; pero Jesús de los ejércitos visitará su rebaño, la casa de Judá, y los pondrá como su caballo de honor en la guerra. 4De él saldrá la piedra angular (que esta en Sion Isa. 28:16), de él la clavija, de él el arco de guerra, de él también todo apremiador (el remanente que quede de filistea consagrado a Dios será los capitanes de Judá cuando no exista abominaciones entre sus dientes  y la sangre sea apartada de su boca. Zac. 9:5-8). 5Y serán como valientes que en la batalla huellan al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque Jesús estará con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados. 6Porque yo fortaleceré la casa de Judá (Jesús cuando salva a la casa de Judá, no utiliza arco, ni espada, ni batalla, ni caballos, ni jinetes, si no misericordia. Oseas 1:7), y guardaré la casa de José, y los haré volver; porque de ellos tendré piedad, y serán como si no los hubiera desechado; porque yo soy Jesús su Dios, y los oiré. 7Y será Efraín como valiente, y se alegrará su corazón como a causa del vino; sus hijos también verán, y se alegrarán; su corazón se gozará en Jesús. 8Yo los llamaré con un silbido, y los reuniré, porque los he redimido; y serán multiplicados tanto como fueron antes.” (Zac. 10:1-8) ¿Tienen los pastores que son jefes menospreciar el castigo de Jesús? 18En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor... 20Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso.” (1Juan 4:18) “19Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 20He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apoc. 3:19-20)

 

¿Cuando Jesús hace beber su copa de su mano a todas las naciones,… entonces ruge desde lo alto, y desde su santa morada de voces, en contra de su morada, y canta canción de lagareros contra todas los moradores de la tierra, y su estruendo llega hasta los fines de la tierra,… ya que es juicio de Jesús para entregar a los impíos a la espada,… y el mal ira de nación en nación y se levantará  grande tempestad de los fines de la tierra, y yacerán los muertos de Jesús en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol quedan sobre la faz de la tierra,… y los pastores y los mayorales serán degollados y esparcidos,… y los pastos delicados serán destruidos por el ardor de la ira de Jesús,…?

 

27Les dirás, pues: Así ha dicho Jesús de los ejércitos, Dios de Israel: Bebed, y embriagaos, y vomitad, y caed, y no os levantéis, a causa de la espada que yo envío entre vosotros. 28Y si no quieren tomar la copa de tu mano para beber, les dirás tú: Así ha dicho Jesús de los ejércitos: Tenéis que beber. 29Porque he aquí que a la ciudad en la cual es invocado mi nombre yo comienzo a hacer mal; ¿y vosotros seréis absueltos? No seréis absueltos; porque espada traigo sobre todos los moradores de la tierra, dice Jesús de los ejércitos. 30Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras y les dirás: Jesús rugirá desde lo alto, y desde su morada santa dará su voz; rugirá fuertemente contra su morada; canción de lagareros cantará contra todos los moradores de la tierra. 31Llegará el estruendo hasta el fin de la tierra, porque Jesús tiene juicio contra las naciones; él es el Juez de toda carne; entregará los impíos a espada, dice Jesús. 32Así ha dicho Jesús de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra. 33Y yacerán los muertos de Jesús en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra. 34Aullad, pastores, y clamad; revolcaos en el polvo, mayorales del rebaño; porque cumplidos son vuestros días para que seáis degollados y esparcidos, y caeréis como vaso precioso. 35Y se acabará la huida de los pastores, y el escape de los mayorales del rebaño. 36¡Voz de la gritería de los pastores, y aullido de los mayorales del rebaño! porque Jesús asoló sus pastos. 37Y los pastos delicados serán destruidos por el ardor de la ira de Jesús. 38Dejó cual leoncillo su guarida; pues asolada fue la tierra de ellos por la ira del opresor, y por el furor de su saña.” (Jer. 25:30-38)

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