Consejo

 

22Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman.” (Prov. 15:22)

 

¿Qué es el concejo en el corazón del hombre,…?

 

5Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; Mas el hombre entendido lo alcanzará.” (Prov. 20:5)

 

¿Qué son los consejos antiguos de Dios,…?

 

            1Jesús, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza.” (Isa. 25:1)

 

¿Qué hace maravilloso el consejo de Dios,…?

 

23Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho. 24El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra? 25Cuando ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado? 26Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto; 27que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara. 28El grano se trilla; pero no lo trillará para siempre, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo. 29También esto salió de Jesús de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.” (Isa. 28:23-29)

 

¿Qué concejo dieron los ancianos a Roboam,… para que sus siervos le sirvan para siempre,…?

 

6Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? 7Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.” (1Rey. 12:6-7)

 

¿Qué consejos recibió Ezequías para combatir a sus enemigos,…?

 

1Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib rey de los asirios e invadió a Judá, y acampó contra las ciudades fortificadas, con la intención de conquistarlas. 2Viendo, pues, Ezequías la venida de Senaquerib, y su intención de combatir a Jerusalén, 3tuvo consejo con sus príncipes y con sus hombres valientes, para cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad; y ellos le apoyaron. 4Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría a través del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan? 5Después con ánimo resuelto edificó Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera; fortificó además a Milo en la ciudad de David, y también hizo muchas espadas y escudos.” (2Cro. 32:1-5)

 

¿Qué consejo debe estar lejos de nosotros,…?

 

16He aquí que su bien no está en mano de ellos; El consejo de los impíos lejos esté de .” (Job. 21:16)

 

¿Qué consejos son engaño,…?

 

5Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño.” (Prov. 12:5)

 

¿Qué consejos permanecen para siempre,…?

 

11El consejo de Jesús permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.” (Sal. 33:11)

 

¿Qué consejo tomo Jesús sobre Bosra por ser soberbia y arrogante,…?

 

20Por tanto, oíd el consejo que Jesús ha acordado sobre Edom, y sus pensamientos que ha resuelto sobre los moradores de Temán. Ciertamente a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. 21Del estruendo de la caída de ellos la tierra temblará, y el grito de su voz se oirá en el Mar Rojo. 22He aquí que como águila subirá y volará, y extenderá sus alas contra Bosra; y el corazón de los valientes de Edom será en aquel día como el corazón de mujer en angustias.” (Jer. 49:20-22)

 

7Acerca de Edom. Así ha dicho Jesús de los ejércitos: ¿No hay más sabiduría en Temán? ¿Se ha acabado el consejo en los sabios? ¿Se corrompió su sabiduría? 8Huid, volveos atrás, habitad en lugares profundos, oh moradores de Dedán; porque el quebrantamiento de Esaú traeré sobre él en el tiempo en que lo castigue. 9Si vendimiadores hubieran venido contra ti, ¿no habrían dejado rebuscos? Si ladrones de noche, ¿no habrían tomado lo que les bastase? 10Mas yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse; será destruida su descendencia, sus hermanos y sus vecinos, y dejará de ser. 11Deja tus huérfanos, yo los criaré; y en mí confiarán tus viudas. 12Porque así ha dicho Jesús: He aquí que los que no estaban condenados a beber el cáliz, beberán ciertamente; ¿y serás tú absuelto del todo? No serás absuelto, sino que ciertamente beberás. 13Porque por mí he jurado, dice Jesús, que asolamiento, oprobio, soledad y maldición será Bosra, y todas sus ciudades serán desolaciones perpetuas. 14La noticia oí, que de Jesús había sido enviado mensajero a las naciones, diciendo: Juntaos y venid contra ella, y subid a la batalla. 15He aquí que te haré pequeño entre las naciones, menospreciado entre los hombres. 16Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jesús. 17Y se convertirá Edom en desolación; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y se burlará de todas sus calamidades. (Jer. 49:7-17)

 

         Veamos imágenes de Bosra cumpliendo el consejo que Jesús acordó sobre ella por ser soberbia de corazón y arrogante,…

 

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¿Qué consejo tomo Jesús sobre Hazor nación pacifica que que vive confiadamente, dice Jesús, que ni tiene puertas ni cerrojos, que vive solitaria,…?

 

28Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, los cuales asoló Nabucodonosor rey de Babilonia. Así ha dicho Jesús: Levantaos, subid contra Cedar, y destruid a los hijos del oriente. 29Sus tiendas y sus ganados tomarán; sus cortinas y todos sus utensilios y sus camellos tomarán para sí, y clamarán contra ellos: Miedo alrededor. 30Huid, idos muy lejos, habitad en lugares profundos, oh moradores de Hazor, dice Jesús; porque tomó consejo contra vosotros Nabucodonosor rey de Babilonia, y contra vosotros ha formado un designio. 31Levantaos, subid contra una nación pacífica que vive confiadamente, dice Jesús, que ni tiene puertas ni cerrojos, que vive solitaria. 32Serán sus camellos por botín, y la multitud de sus ganados por despojo; y los esparciré por todos los vientos, arrojados hasta el último rincón; y de todos lados les traeré su ruina, dice Jesús. 33Hazor será morada de chacales, soledad para siempre; ninguno morará allí, ni la habitará hijo de hombre.” (Jer. 49:28-33)

 

Veamos unas imágenes de Hazor cumpliendo la profecía,… que a pesar de ser pacífica era confiada y solitaria,…

 

Hatzor-IsraeliteBastion.jpg http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/88/Hatzor-SolomonicGate.jpg/250px-Hatzor-SolomonicGate.jpg

 

¿Qué pueden ser por consejeros a los hombres,…?

 

23Príncipes también se sentaron y hablaron contra ; mas tu siervo meditaba en tus estatutos, 24Pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros.” (Sal. 119:23-24)

 

¿Qué debemos considerar para guardar consejo,…?

 

1Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído, 2Para que guardes consejo, Y tus labios conserven la ciencia.” (Prov. 5:1-2)

 

¿Qué tienen los consejos,…?

 

12Yo, la sabiduría, habito con la cordura, y hallo la ciencia de los consejos.” (Prov. 8:12)

 

¿Qué encontramos en la multitud de consejos,…?

 

14Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.” (Prov. 11:14)

 

¿Qué aconteció a un rey que no acepto consejo de un profeta,… para que redima sus pecados con justicia, y sus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos,…?

 

13Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aquí un vigilante y santo descendía del cielo. 14Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas. 15Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. 16Su corazón de hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete tiempos. 17La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres. 18Yo el rey Nabucodonosor he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él, porque todos los sabios de mi reino no han podido mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque mora en ti el espíritu de los dioses santos. 19Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, quedó atónito casi una hora, y sus pensamientos lo turbaban. El rey habló y dijo: Beltsasar, no te turben ni el sueño ni su interpretación. Beltsasar respondió y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su interpretación para los que mal te quieren. 20El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía desde todos los confines de la tierra, 21cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, 22tú mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra. 23Y en cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias del campo sea su parte, hasta que pasen sobre él siete tiempos; 24esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey: 25Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere. 26Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna. 27Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: tus pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad. 28Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor. 29Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia, 30habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? 31Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; 32y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere. 33En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves. 34Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. 35Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? 36En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. 37Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.” (Dan. 4:13-37)

 

¿Qué acontece con los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta,… y quieren que venga el consejo del altísimo,…?

 

18¡Ay de los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta, 19los cuales dicen: Venga ya, apresúrese su obra, y veamos; acérquese, y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo sepamos!,… 24Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jesús de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel. 25Por esta causa se encendió el furor de Jesús contra su pueblo, y extendió contra él su mano, y le hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.” (Isa. 5:18-19)

 

¿Qué acontece los que se esconden de Jesús, encubriendo el consejo,…?

 

15¡Ay de los que se esconden de Jesús, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?! 16Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió?” (Isa. 29:15-16)

 

¿Qué acontece con los hijos de Jesús que se apartan de él para no tomar consejo de él,…?

 

1¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jesús, para tomar consejo, y no de ; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado! 2Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto. 3Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión. 4Cuando estén sus príncipes en Zoán, y sus embajadores lleguen a Hanes, 5todos se avergonzarán del pueblo que no les aprovecha, ni los socorre, ni les trae provecho; antes les será para vergüenza y aun para oprobio.” (Isa. 30:1-5)

 

¿Qué acontece con los que maquinan perversidades y dan malos consejos, por no andar en los estatutos de Jesús, ni haber obedecido sus decretos, sino según las costumbres de las naciones que os rodean habéis hecho,… y piensan que los juicios de Dios están muy lejanos,…?

 

1El Espíritu me elevó, y me llevó por la puerta oriental de la casa de Jesús, la cual mira hacia el oriente; y he aquí a la entrada de la puerta veinticinco hombres, entre los cuales vi a Jaazanías hijo de Azur y a Pelatías hijo de Benaía, principales del pueblo. 2Y me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan en esta ciudad mal consejo; 3los cuales dicen: No será tan pronto; edifiquemos casas; esta será la olla, y nosotros la carne. 4Por tanto profetiza contra ellos; profetiza, hijo de hombre. 5Y vino sobre mí el Espíritu de Jesús, y me dijo: Di: Así ha dicho Jesús: Así habéis hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben a vuestro espíritu, yo las he entendido. 6Habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, y habéis llenado de muertos sus calles. 7Por tanto, así ha dicho Jesús el Señor: Vuestros muertos que habéis puesto en medio de ella, ellos son la carne, y ella es la olla; mas yo os sacaré a vosotros de en medio de ella. 8Espada habéis temido, y espada traeré sobre vosotros, dice Jesús el Señor. 9Y os sacaré de en medio de ella, y os entregaré en manos de extraños, y haré juicios entre vosotros. 10A espada caeréis; en los límites de Israel os juzgaré, y sabréis que yo soy Jesús. 11La ciudad no os será por olla, ni vosotros seréis en medio de ella la carne; en los límites de Israel os juzgaré. 12Y sabréis que yo soy Jesús; porque no habéis andado en mis estatutos, ni habéis obedecido mis decretos, sino según las costumbres de las naciones que os rodean habéis hecho. 12Y sabréis que yo soy Jesús; porque no habéis andado en mis estatutos, ni habéis obedecido mis decretos, sino según las costumbres de las naciones que os rodean habéis hecho.” (Eze. 11:1-10)

 

¿Qué acontece a los que no entienden el consejo de Jesús,... cuando el monte de la casa de Jesús será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos,…?

 

1Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jesús será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. 2Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jesús, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jesús. 3Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. 4Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jesús de los ejércitos lo ha hablado. 5Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jesús nuestro Dios eternamente y para siempre. 6En aquel día, dice Jesús, juntaré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; 7y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jesús reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre. 8Y tú, oh torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sion, hasta ti vendrá el señorío primero, el reino de la hija de Jerusalén. 9Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como de mujer de parto? 10Duélete y gime, hija de Sion, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jesús de la mano de tus enemigos. 11Pero ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo en Sion. 12Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jesús, ni entendieron su consejo; por lo cual los juntó como gavillas en la era. 13Levántate y trilla, hija de Sion, porque haré tu cuerno como de hierro, y tus uñas de bronce, y desmenuzarás a muchos pueblos; y consagrarás a Jesús su botín, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.” (Miq. 4:1-13)

 

¿Cómo hay que trillar,…?

 

23Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho. 24El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra? 25Cuando ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado? 26Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto; 27que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara. 28El grano se trilla; pero no lo trillará para siempre, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo. 29También esto salió de Jesús de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.” (Isa. 28:23-29)

 

¿Qué acontece con el que anda en malos consejos,… para acumular tesoros de impiedad,… teniendo medida escasa y detestable,…?

 

9La voz de Jesús clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece. 10¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable? 11¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas? 12Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca. 13Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndote, asolándote por tus pecados. 14Comerás, y no te saciarás, y tu abatimiento estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salvares, lo entregaré yo a la espada. 15Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino. 16Porque los mandamientos de Omri se han guardado, y toda obra de la casa de Acab; y en los consejos de ellos anduvisteis, para que yo te pusiese en asolamiento, y tus moradores para burla. Llevaréis, por tanto, el oprobio de mi pueblo.” (Miq. 6:9-16)

 

9¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal! 10Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. 11Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá. 12¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad! 13¿No es esto de Jesús de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano. 14Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jesús, como las aguas cubren el mar” (Hab. 2:9-14)

 

¿Qué debemos hacer con los desterrados,… cuando se reúnan consejos y se haga juicio,…?

 

1Enviad cordero al señor de la tierra, desde Sela del desierto al monte de la hija de Sion. 2Y cual ave espantada que huye de su nido, así serán las hijas de Moab en los vados de Arnón. 3Reúne consejo, haz juicio; pon tu sombra en medio del día como la noche; esconde a los desterrados, no entregues a los que andan errantes. 4Moren contigo mis desterrados, oh Moab; sé para ellos escondedero de la presencia del devastador; porque el atormentador fenecerá, el devastador tendrá fin, el pisoteador será consumido de sobre la tierra. 5Y se dispondrá el trono en misericordia; y sobre él se sentará firmemente, en el tabernáculo de David, quien juzgue y busque el juicio, y apresure la justicia.” (Isa. 16:1-5)

 

¿Qué consejos no pueden ser destruidos,…?

 

38Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; 39mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.” (Hech. 5:38-39)

 

¿Por qué debemos de guardar el consejo,…?

 

13Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida.” (Prov. 4:13)

 

¿Para qué sirven los consejos,…?

 

¿Los consejos pueden ayudar a perseverar nuestra vida,…?11Entonces habló Natán a Betsabe madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que reina Adonías hijo de Haguit, sin saberlo David nuestro señor? 12Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para que conserves tu vida, y la de tu hijo Salomón.” (1Rey. 1:11-12)

 

18Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con dirección sabia se hace la guerra.” (Prov. 20:18)

 

¿Para hay que tomar concejo,…?

 

¿El concejo nos sirve para poder hablar,…?30Y todo el que veía aquello, decía: Jamás se ha hecho ni visto tal cosa, desde el tiempo en que los hijos de Israel subieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Considerad esto, tomad consejo, y hablad.” (Jueces 19:30)

 

¿Con que consejo no tiene que entremeterse nuestra alma,…?

 

5Simeón y Leví son hermanos; Armas de iniquidad sus armas. 6En su consejo no entre mi alma, ni mi espíritu se junte en su compañía. Porque en su furor mataron hombres, y en su temeridad desjarretaron toros. 7Maldito su furor, que fue fiero; y su ira, que fue dura. Yo los apartaré en Jacob, y los esparciré en Israel.” (Gén. 49:5-7)

 

¿Quién hace andar despojado de consejos a los consejeros,…?

 

13Con Dios está la sabiduría y el poder; Suyo es el consejo y la inteligencia,… 17El hace andar despojados de consejo a los consejeros, y entontece a los jueces. 18El rompe las cadenas de los tiranos, y les ata una soga a sus lomos. 19El lleva despojados a los príncipes, y trastorna a los poderosos. 20Priva del habla a los que dicen verdad, y quita a los ancianos el consejo.” (Job. 12:13-20)

 

¿De quién es el consejo,…?

 

13Con Dios está la sabiduría y el poder; Suyo es el consejo y la inteligencia.” (Job. 12:13)

 

12Yo, la sabiduría, habito con la cordura, y hallo la ciencia de los consejos. 13El temor de Jesús es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco. 14Conmigo está el consejo y el buen juicio; Yo soy la inteligencia; mío es el poder.” (Prov. 8:12-14)

 

¿Puede los consejos de los malos profetas hacer prevaricar a las personas contra Jesús,…?

 

16He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jesús en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jesús. 17Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente. 18Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida.” (Núm. 31:16-18)

 

¿Puede suceder que los consejos de los hombres que conspirar contra los hombres ungidos de Dios les parezcan bien a los ancianos,…?

 

1Entonces Ahitofel dijo a Absalón: Yo escogeré ahora doce mil hombres, y me levantaré y seguiré a David esta noche, 2y caeré sobre él mientras está cansado y débil de manos; lo atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá, y mataré al rey solo. 3Así haré volver a ti todo el pueblo (pues tú buscas solamente la vida de un hombre); y cuando ellos hayan vuelto, todo el pueblo estará en paz. 4Este consejo pareció bien a Absalón y a todos los ancianos de Israel.” (2Sam. 17:1-4)

 

¿Puede Dios anular el consejo de las personas para hacer venir el mal a las personas,…?

 

1Entonces Ahitofel dijo a Absalón: Yo escogeré ahora doce mil hombres, y me levantaré y seguiré a David esta noche, 2y caeré sobre él mientras está cansado y débil de manos; lo atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá, y mataré al rey solo. 3Así haré volver a ti todo el pueblo (pues tú buscas solamente la vida de un hombre); y cuando ellos hayan vuelto, todo el pueblo estará en paz. 4Este consejo pareció bien a Absalón y a todos los ancianos de Israel. 5Y dijo Absalón: Llamad también ahora a Husai arquita, para que asimismo oigamos lo que él dirá. 6Cuando Husai vino a Absalón, le habló Absalón, diciendo: Así ha dicho Ahitofel; ¿seguiremos su consejo, o no? Di . 7Entonces Husai dijo a Absalón: El consejo que ha dado esta vez Ahitofel no es bueno. 8Y añadió Husai: Tú sabes que tu padre y los suyos son hombres valientes, y que están con amargura de ánimo, como la osa en el campo cuando le han quitado sus cachorros. Además, tu padre es hombre de guerra, y no pasará la noche con el pueblo. 9He aquí él estará ahora escondido en alguna cueva, o en otro lugar; y si al principio cayeren algunos de los tuyos, quienquiera que lo oyere dirá: El pueblo que sigue a Absalón ha sido derrotado. 10Y aun el hombre valiente, cuyo corazón sea como corazón de león, desmayará por completo; porque todo Israel sabe que tu padre es hombre valiente, y que los que están con él son esforzados. 11Aconsejo, pues, que todo Israel se junte a ti, desde Dan hasta Beerseba, en multitud como la arena que está a la orilla del mar, y que en persona vayas a la batalla. 12Entonces le acometeremos en cualquier lugar en donde se hallare, y caeremos sobre él como cuando el rocío cae sobre la tierra, y ni uno dejaremos de él y de todos los que están con él. 13Y si se refugiare en alguna ciudad, todos los de Israel llevarán sogas a aquella ciudad, y la arrastraremos hasta el arroyo, hasta que no se encuentre allí ni una piedra. 14Entonces Absalón y todos los de Israel dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el consejo de Ahitofel. Porque Jesús había ordenado que el acertado consejo de Ahitofel se frustrara, para que Jesús hiciese venir el mal sobre Absalón.” (2Sam. 17:1-14)

 

10Jesús hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los pueblos.” (Sal. 33:10)

 

¿Puede causar que cuando no son escuchados los consejos de los malos,… estos tengan ganas de suicidarse y lo hagan,…?

 

21Y después que se hubieron ido, aquéllos salieron del pozo y se fueron, y dieron aviso al rey David, diciéndole: Levantaos y daos prisa a pasar las aguas, porque Ahitofel ha dado tal consejo contra vosotros. 22Entonces David se levantó, y todo el pueblo que con él estaba, y pasaron el Jordán antes que amaneciese; ni siquiera faltó uno que no pasase el Jordán. 23Pero Ahitofel, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó su asno, y se levantó y se fue a su casa a su ciudad; y después de poner su casa en orden, se ahorcó, y así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.” (2Sam. 17:21-23)

 

¿Puede hacer Dios que cuando hombres buenos aconsejan a las personas estos no les oigan,… porque Dios busca la muerte de ellos,…?

 

14Volviendo luego Amasías de la matanza de los edomitas, trajo también consigo los dioses de los hijos de Seir, y los puso ante sí por dioses, y los adoró, y les quemó incienso. 15Por esto se encendió la ira de Jesús contra Amasías, y envió a él un profeta, que le dijo: ¿Por qué has buscado los dioses de otra nación, que no libraron a su pueblo de tus manos? 16Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso. ¿Por qué quieres que te maten? Y cuando terminó de hablar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha decretado destruirte, porque has hecho esto, y no obedeciste mi consejo. 17Y Amasías rey de Judá, después de tomar consejo, envió a decir a Joás hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel: Ven, y veámonos cara a cara. 18Entonces Joás rey de Israel envió a decir a Amasías rey de Judá: El cardo que estaba en el Líbano envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer. Y he aquí que las fieras que estaban en el Líbano pasaron, y hollaron el cardo. 19Tú dices: He aquí he derrotado a Edom; y tu corazón se enaltece para gloriarte. Quédate ahora en tu casa. ¿Para qué provocas un mal en que puedas caer tú y Judá contigo? 20Mas Amasías no quiso oír; porque era la voluntad de Dios, que los quería entregar en manos de sus enemigos, por cuanto habían buscado los dioses de Edom.” (2Cro. 25:14-20)

 

¿Quiénes pueden dar consejo,…?

 

            7He aquí todos vosotros sois hijos de Israel; dad aquí vuestro parecer y consejo.” (Jueces 20:7)

 

7Bendeciré a Jesús que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia.” (Sal. 16:7)

 

¿Quién es grande en consejos,…?

 

17¡Oh Señor Jesús! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti; 18que haces misericordia a millares, y castigas la maldad de los padres en sus hijos después de ellos; Dios grande, poderoso, Jesús de los ejércitos es su nombre; 19grande en consejo, y magnífico en hechos; porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos, y según el fruto de sus obras.” (Jer. 32:17-19)

 

¿Quién puede hacer realidad nuestro consejo,…?

 

Jesús te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda. 2Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Sion te sostenga. 3Haga memoria de todas tus ofrendas, y acepte tu holocausto. 4Te dé conforme al deseo de tu corazón, y cumpla todo tu consejo.” (Sal. 20:1-4)

 

¿Quién se fatiga en sus muchos consejos,…?

 

10Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tú misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más. 11Vendrá, pues, sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás; caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás remediar; y destrucción que no sepas vendrá de repente sobre ti. 12Estate ahora en tus encantamientos y en la multitud de tus hechizos, en los cuales te fatigaste desde tu juventud; quizá podrás mejorarte, quizá te fortalecerás. 13Te has fatigado en tus muchos consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. 14He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten. 15Así te serán aquellos con quienes te fatigaste, los que traficaron contigo desde tu juventud; cada uno irá por su camino, no habrá quien te salve.” (Isa. 47:10-15)

 

¿Quién dio el consejo que es mejor que un hombre muera por el pueblo,…?

 

12Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron, 13y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año. 14Era Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo.” (Juan 8:12-14)

 

¿Quién no rehusó anunciar todo el consejo de Dios,…?

 

26Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; 27porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios,… 36Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos. 37Entonces hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo, le besaban, 38doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, de que no verían más su rostro. Y le acompañaron al barco.” (Hech. 20:26-37)

 

¿Quiénes caen por sus propios consejos,…?

 

4Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti. 5Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad. 6Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jesús,… 9Porque en la boca de ellos no hay sinceridad; Sus entrañas son maldad, Sepulcro abierto es su garganta, Con su lengua hablan lisonjas. 10Castígalos, oh Dios; Caigan por sus mismos consejos; Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera, Porque se rebelaron contra ti.” (Sal. 5:4-10)

 

¿Quiénes se burlan del consejo del pobre,…?

 

4¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, y a Jesús no invocan? 5Ellos temblaron de espanto; Porque Dios está con la generación de los justos. 6Del consejo del pobre se han burlado, Pero Jesús es su esperanza.” (Sal. 14:4-6)

 

¿Quiénes entran en consejo contra los protegidos de Dios,…?

 

1Oh Dios, no guardes silencio; No calles, oh Dios, ni te estés quieto. 2Porque he aquí que rugen tus enemigos, y los que te aborrecen alzan cabeza. 3Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus protegidos. 4Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel. 5Porque se confabulan de corazón a una, contra ti han hecho alianza” (Sal. 83:1-3)

 

¿Quiénes obedecen el consejo del padre,…?

 

1El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones.” (Prov. 3:1)

 

¿Quiénes menosprecian el consejo de su padre,…?

 

5El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente.” (Prov. 15:5)

 

¿Dónde podemos encontrar consejos de prudencia,…?

 

1Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. 2Para entender sabiduría y doctrina, Para conocer razones prudentes, 3Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, juicio y equidad 4Para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura. 5Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo, 6Para entender proverbio y declaración, Palabras de sabios, y sus dichos profundos.” (Prov. 1:1-3)

 

¿A quienes sus mismos consejos los precipitan,…?

 

5Ciertamente la luz de los impíos será apagada, y no resplandecerá la centella de su fuego. 6La luz se oscurecerá en su tienda, y se apagará sobre él su lámpara. 7Sus pasos vigorosos serán acortados, y su mismo consejo lo precipitará. 8Porque red será echada a sus pies, y sobre mallas andará.” (Job. 18:5-8)

 

¿Sobre quien se derrama espíritu de consejo,…?

 

1Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. 2Y reposará sobre él el Espíritu de Jesús; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jesús. 3Y le hará entender diligente en el temor de Jesús. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; 4sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. 5Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.” (Isa. 11:1-5)

 

¿Se puede pedir a Jesús que entorpezca el concejo,…?

 

30Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían. 31Y dieron aviso a David, diciendo: Ahitofel está entre los que conspiraron con Absalón. Entonces dijo David: Entorpece ahora, oh Jesús, el consejo de Ahitofel. 32Cuando David llegó a la cumbre del monte para adorar allí a Dios, he aquí Husai arquita que le salió al encuentro, rasgados sus vestidos, y tierra sobre su cabeza. 33Y le dijo David: Si pasares conmigo, me serás carga. 34Mas si volvieres a la ciudad, y dijeres a Absalón: Rey, yo seré tu siervo; como hasta aquí he sido siervo de tu padre, así seré ahora siervo tuyo; entonces tú harás nulo el consejo de Ahitofel. 35¿No estarán allí contigo los sacerdotes Sadoc y Abiatar? Por tanto, todo lo que oyeres en la casa del rey, se lo comunicarás a los sacerdotes Sadoc y Abiatar. 36Y he aquí que están con ellos sus dos hijos, Ahimaas el de Sadoc, y Jonatán el de Abiatar; por medio de ellos me enviaréis aviso de todo lo que oyereis. 37Así vino Husai amigo de David a la ciudad; y Absalón entró en Jerusalén.” (2Sam. 15:30-37)

 

¿Se puede pedir a Jesús que nos esconda del consejo secreto de los malignos,…?

 

1Escucha, oh Dios, la voz de mi queja; Guarda mi vida del temor del enemigo. 2Escóndeme del consejo secreto de los malignos, de la conspiración de los que hacen iniquidad” (Sal. 64:1)

 

¿Se cumple los consejos de Jesús,…?

 

24Así dice Jesús, tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jesús, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo; 25que deshago las señales de los adivinos, y enloquezco a los agoreros; que hago volver atrás a los sabios, y desvanezco su sabiduría. 26Yo, el que despierta la palabra de su siervo, y cumple el consejo de sus mensajeros; que dice a Jerusalén: Serás habitada; y a las ciudades de Judá: Reconstruidas serán, y sus ruinas reedificaré; 27que dice a las profundidades: Secaos, y tus ríos haré secar; 28que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado.” (Isa. 44:24-28)

 

¿Son todos los consejos que nos dan los hombres bueno,…?

 

1Entonces Ahitofel dijo a Absalón: Yo escogeré ahora doce mil hombres, y me levantaré y seguiré a David esta noche, 2y caeré sobre él mientras está cansado y débil de manos; lo atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá, y mataré al rey solo. 3Así haré volver a ti todo el pueblo (pues tú buscas solamente la vida de un hombre); y cuando ellos hayan vuelto, todo el pueblo estará en paz. 4Este consejo pareció bien a Absalón y a todos los ancianos de Israel. 5Y dijo Absalón: Llamad también ahora a Husai arquita, para que asimismo oigamos lo que él dirá. 6Cuando Husai vino a Absalón, le habló Absalón, diciendo: Así ha dicho Ahitofel; ¿seguiremos su consejo, o no? Di . 7Entonces Husai dijo a Absalón: El consejo que ha dado esta vez Ahitofel no es bueno. 8Y añadió Husai: Tú sabes que tu padre y los suyos son hombres valientes, y que están con amargura de ánimo, como la osa en el campo cuando le han quitado sus cachorros. Además, tu padre es hombre de guerra, y no pasará la noche con el pueblo. 9He aquí él estará ahora escondido en alguna cueva, o en otro lugar; y si al principio cayeren algunos de los tuyos, quienquiera que lo oyere dirá: El pueblo que sigue a Absalón ha sido derrotado. 10Y aun el hombre valiente, cuyo corazón sea como corazón de león, desmayará por completo; porque todo Israel sabe que tu padre es hombre valiente, y que los que están con él son esforzados. 11Aconsejo, pues, que todo Israel se junte a ti, desde Dan hasta Beerseba, en multitud como la arena que está a la orilla del mar, y que en persona vayas a la batalla. 12Entonces le acometeremos en cualquier lugar en donde se hallare, y caeremos sobre él como cuando el rocío cae sobre la tierra, y ni uno dejaremos de él y de todos los que están con él. 13Y si se refugiare en alguna ciudad, todos los de Israel llevarán sogas a aquella ciudad, y la arrastraremos hasta el arroyo, hasta que no se encuentre allí ni una piedra. 14Entonces Absalón y todos los de Israel dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el consejo de Ahitofel. Porque Jesús había ordenado que el acertado consejo de Ahitofel se frustrara, para que Jesús hiciese venir el mal sobre Absalón.” (2Sam. 17:1-14)

 

¿Existieron hombres que juraron cumplir los consejos de Dios,…?

 

1Mientras oraba Esdras y hacía confesión, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, se juntó a él una muy grande multitud de Israel, hombres, mujeres y niños; y lloraba el pueblo amargamente. 2Entonces respondió Secanías hijo de Jehiel, de los hijos de Elam, y dijo a Esdras: Nosotros hemos pecado contra nuestro Dios, pues tomamos mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra; mas a pesar de esto, aún hay esperanza para Israel. 3Ahora, pues, hagamos pacto con nuestro Dios, que despediremos a todas las mujeres y los nacidos de ellas, según el consejo de mi señor y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios; y hágase conforme a la ley. 4Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros estaremos contigo; esfuérzate, y pon mano a la obra. 5Entonces se levantó Esdras y juramentó a los príncipes de los sacerdotes y de los levitas, y a todo Israel, que harían conforme a esto; y ellos juraron.” (Esd. 10:1-5)

 

¿Existen consejos que son para perdición,… a pesar que son consejos de padres,…?

 

1Los habitantes de Jerusalén hicieron rey en lugar de Joram a Ocozías su hijo menor; porque una banda armada que había venido con los árabes al campamento, había matado a todos los mayores, por lo cual reinó Ocozías, hijo de Joram rey de Judá. 2Cuando Ocozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre fue Atalía, hija de Omri. 3También él anduvo en los caminos de la casa de Acab, pues su madre le aconsejaba a que actuase impíamente. 4Hizo, pues, lo malo ante los ojos de Jesús, como la casa de Acab; porque después de la muerte de su padre, ellos le aconsejaron para su perdición. 5Y él anduvo en los consejos de ellos, y fue a la guerra con Joram hijo de Acab, rey de Israel, contra Hazael rey de Siria, a Ramot de Galaad, donde los sirios hirieron a Joram.” (2Cro. 22:1-5)

 

¿Existen consejos que alegran al hombre,…?

 

9El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre.” (Prov. 27:9)

 

¿Existen consejeros que voluntariamente ofrecen a Dios ofrendas,…?

 

11Esta es la copia de la carta que dio el rey Artajerjes al sacerdote Esdras, escriba versado en los mandamientos de Jesús y en sus estatutos a Israel: 12Artajerjes rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba erudito en la ley del Dios del cielo: Paz. 13Por mí es dada orden que todo aquel en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y levitas, que quiera ir contigo a Jerusalén, vaya. 14Porque de parte del rey y de sus siete consejeros eres enviado a visitar a Judea y a Jerusalén, conforme a la ley de tu Dios que está en tu mano; 15y a llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén, 16y toda la plata y el oro que halles en toda la provincia de Babilonia, con las ofrendas voluntarias del pueblo y de los sacerdotes, que voluntariamente ofrecieren para la casa de su Dios, la cual está en Jerusalén.” (Esd. 7:11-16)

 

27Bendito Jesús Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para honrar la casa de Jesús que está en Jerusalén, 28e inclinó hacia mí su misericordia delante del rey y de sus consejeros, y de todos los príncipes poderosos del rey. Y yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre , reuní a los principales de Israel para que subiesen conmigo.” (Esd. 7:27-28)

 

24Aparté luego a doce de los principales de los sacerdotes, a Serebías y a Hasabías, y con ellos diez de sus hermanos; 25y les pesé la plata, el oro y los utensilios, ofrenda que para la casa de nuestro Dios habían ofrecido el rey y sus consejeros y sus príncipes, y todo Israel allí presente.” (Esd. 8:24-25)

 

22Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; 23a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; 24al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.” (Hech. 2:22-24)

 

¿Existen consejeros que para sí reedifican pero para su ruina,…?

 

14Con los reyes y con los consejeros de la tierra, que reedifican para sí ruinas” (Job. 3:14)

 

¿Existen consejeros que dan mal consejo a las ciudades,…?

 

1El Espíritu me elevó, y me llevó por la puerta oriental de la casa de Jesús, la cual mira hacia el oriente; y he aquí a la entrada de la puerta veinticinco hombres, entre los cuales vi a Jaazanías hijo de Azur y a Pelatías hijo de Benaía, principales del pueblo. 2Y me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan en esta ciudad mal consejo; 3los cuales dicen: No será tan pronto; edifiquemos casas; esta será la olla, y nosotros la carne.” (Eze. 11:1-3)

 

¿Existen consejeros que sirven a dioses y que cuando ven cosas que hace Jesús la admiran,…?

 

1El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos, y su anchura de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia. 2Y envió el rey Nabucodonosor a que se reuniesen los sátrapas, los magistrados y capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, para que viniesen a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado. 3Fueron, pues, reunidos los sátrapas, magistrados, capitanes, oidores, tesoreros, consejeros, jueces, y todos los gobernadores de las provincias, a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y estaban en pie delante de la estatua que había levantado el rey Nabucodonosor. 4Y el pregonero anunciaba en alta voz: Mandase a vosotros, oh pueblos, naciones y lenguas, 5que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado; 6y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo. 7Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado. 8Por esto en aquel tiempo algunos barones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos. 9Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: Rey, para siempre vive. 10Tú, oh rey, has dado una ley que todo hombre, al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, se postre y adore la estatua de oro; 11y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo. 12Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado. 13Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos estos varones delante del rey. 14Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado? 15Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos? 16Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. 17He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. 18Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado. 19Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado. 20Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo. 21Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo. 22Y como la orden del rey era apremiante, y lo habían calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego. 23Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo. 24Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. 25Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses. 26Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. 27Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían. 28Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios. 29Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay dios que pueda librar como éste. 30Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.” (Dan. 3:1-30)

 

¿Existió consejo para matar a Jesús,… y porque causa,…?

 

9Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. 10Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de sábado? 11El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de sábado, no le eche mano, y la levante? 12Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de sábado. 13Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra. 14Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesús para destruirle.” (Mat. 12:9-14)

 

1Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. 2Y le acechaban para ver si en el día de sábado le sanaría, a fin de poder acusarle. 3Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. 4Y les dijo: ¿Es lícito en los días de sábado hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. 5Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. 6Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.” (Mar. 3:1-6)

 

1Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: 2Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado. 3Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, 4y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle. 5Pero decían: No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.” (Mat. 26:1-4)

 

1Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte. 2Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.” (Mat. 27:1-2) “1Muy de mañana, habiendo tenido consejo los principales sacerdotes con los ancianos, con los escribas y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilato. 2Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondiendo él, le dijo: lo dices. 3Y los principales sacerdotes le acusaban mucho. 4Otra vez le preguntó Pilato, diciendo: ¿Nada respondes? Mira de cuántas cosas te acusan. 5Mas Jesús ni aun con eso respondió; de modo que Pilato se maravillaba.” (Mar. 15:1-4)

 

11Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. 12Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, 13diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. 14Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. 15Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.” (Mat. 28:11-15)

 

¿Existió consejo para matar al Apóstol Pablo,…?

 

23Pasados muchos días, los judíos resolvieron en consejo matarle; 24pero sus asechanzas llegaron a conocimiento de Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarle. 25Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por el muro, descolgándole en una canasta.” (Hech. 9:23-25)

 

¿Los consejos de Dios permanecen,… para hacer lo que él quiere,…?

 

8Acordaos de esto, y tened vergüenza; volved en vosotros, prevaricadores. 9Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a , 10que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; 11que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré. 12Oídme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia: 13Haré que se acerque mi justicia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sion, y mi gloria en Israel.” (Isa. 46:8-13)

 

¿Cuál conocimiento permanece,…?

 

21Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jesús permanecerá.” (Prov. 19:21)

 

¿Cuál es el consejo que está acordado sobre toda la tierra,…?

 

24Jesús de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado; 25que quebrantaré al asirio en mi tierra, y en mis montes lo hollaré; y su yugo será apartado de ellos, y su carga será quitada de su hombro. 26Este es el consejo que está acordado sobre toda la tierra, y esta, la mano extendida sobre todas las naciones. 27Porque Jesús de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder?” (Isa. 14:24-27) Observe que lo que paso al asirio le pasara a toda la tierra,…

 

¿El rey David tomaba consejo de sus capitanes,… para hacer las cosas,…?

 

1Entonces David tomó consejo con los capitanes de millares y de centenas, y con todos los jefes. 2Y dijo David a toda la asamblea de Israel: Si os parece bien y si es la voluntad de Jesús nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se reúnan con nosotros; 3y traigamos el arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella. 4Y dijo toda la asamblea que se hiciese así, porque la cosa parecía bien a todo el pueblo.” (1Cro. 13:1-4)

 

¿Cuándo el consejo se oscurece,…?

 

      1Entonces respondió Jesús a Job desde un torbellino, y dijo: 2¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría?” (Job. 38:1-2)

 

1Respondió Job a Jesús, y dijo: 2Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti. 3¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para , que yo no comprendía.” (Job. 42:1-3)

 

¿Cuándo el consejo es anulado,…?

 

6Por cuanto desechó este pueblo las aguas de Siloé, que corren mansamente, y se regocijó con Rezín y con el hijo de Remalías; 7he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos, impetuosas y muchas, esto es, al rey de Asiria con todo su poder; el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas; 8y pasando hasta Judá, inundará y pasará adelante, y llegará hasta la garganta; y extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra, oh Emanuel. 9Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados; oíd, todos los que sois de lejanas tierras; ceñíos, y seréis quebrantados; disponeos, y seréis quebrantados. 10Tomad consejo, y será anulado; proferid palabra, y no será firme, porque Dios está con nosotros. 11Porque Jesús me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo: 12No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. 13A Jesús de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo. 14Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. 15Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; y se enredarán y serán apresados.” (Isa. 8:9-15)

 

¿Cuándo el consejo de Egipto es destruido,… y que acontece en aquel tiempo,…?

 

1Profecía sobre Egipto. He aquí que Jesús monta sobre una ligera nube, y entrará en Egipto; y los ídolos de Egipto temblarán delante de él, y desfallecerá el corazón de los egipcios dentro de ellos. 2Levantaré egipcios contra egipcios, y cada uno peleará contra su hermano, cada uno contra su prójimo; ciudad contra ciudad, y reino contra reino. 3Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él, y destruiré su consejo; y preguntarán a sus imágenes, a sus hechiceros, a sus evocadores y a sus adivinos. 4Y entregaré a Egipto en manos de señor duro, y rey violento se enseñoreará de ellos, dice el Señor, Jesús de los ejércitos. 5Y las aguas del mar faltarán, y el río se agotará y secará. 6Y se alejarán los ríos, se agotarán y secarán las corrientes de los fosos; la caña y el carrizo serán cortados. 7La pradera de junto al río, de junto a la ribera del río, y toda sementera del río, se secarán, se perderán, y no serán más. 8Los pescadores también se entristecerán; harán duelo todos los que echan anzuelo en el río, y desfallecerán los que extienden red sobre las aguas. 9Los que labran lino fino y los que tejen redes serán confundidos, 10porque todas sus redes serán rotas; y se entristecerán todos los que hacen viveros para peces. 11Ciertamente son necios los príncipes de Zoán; el consejo de los prudentes consejeros de Faraón se ha desvanecido. ¿Cómo diréis a Faraón: Yo soy hijo de los sabios, e hijo de los reyes antiguos? 12¿Dónde están ahora aquellos tus sabios? Que te digan ahora, o te hagan saber qué es lo que Jesús de los ejércitos ha determinado sobre Egipto. 13Se han desvanecido los príncipes de Zoán, se han engañado los príncipes de Menfis; engañaron a Egipto los que son la piedra angular de sus familias. 14Jesús mezcló espíritu de vértigo en medio de él; e hicieron errar a Egipto en toda su obra, como tambalea el ebrio en su vómito. 15Y no aprovechará a Egipto cosa que haga la cabeza o la cola, la rama o el junco. 16En aquel día los egipcios serán como mujeres; porque se asombrarán y temerán en la presencia de la mano alta de Jesús de los ejércitos, que él levantará contra ellos. 17Y la tierra de Judá será de espanto a Egipto; todo hombre que de ella se acordare temerá por causa del consejo que Jesús de los ejércitos acordó sobre aquél. 18En aquel tiempo habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablen la lengua de Canaán, y que juren por Jesús de los ejércitos; una será llamada la ciudad de Herez. 19En aquel tiempo habrá altar para Jesús en medio de la tierra de Egipto, y monumento a Jesús junto a su frontera. 20Y será por señal y por testimonio a Jesús de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque clamarán a Jesús a causa de sus opresores, y él les enviará salvador y príncipe que los libre. 21Y Jesús será conocido de Egipto, y los de Egipto conocerán a Jesús en aquel día, y harán sacrificio y oblación; y harán votos a Jesús, y los cumplirán. 22Y herirá Jesús a Egipto; herirá y sanará, y se convertirán a Jesús, y les será clemente y los sanará.” (Isa. 19:1-22)

 

¿Cuándo Dios puede desvanecer el consejo de las ciudades tal coma hizo con Judá y los moradores de Jerusalén,…?

 

3Dirás, pues: Oíd palabra de Jesús, oh reyes de Judá, y moradores de Jerusalén. Así dice Jesús de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo mal sobre este lugar, tal que a todo el que lo oyere, le retiñan los oídos. 4Porque me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en él incienso a dioses ajenos, los cuales no habían conocido ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá; y llenaron este lugar de sangre de inocentes. 5Y edificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus hijos en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento. 6Por tanto, he aquí vienen días, dice Jesús, que este lugar no se llamará más Tofet, ni valle del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza. 7Y desvaneceré el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y les haré caer a espada delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus vidas; y daré sus cuerpos para comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. 8Pondré a esta ciudad por espanto y burla; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y se burlará sobre toda su destrucción. 9Y les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y cada uno comerá la carne de su amigo, en el asedio y en el apuro con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan sus vidas.” (Jer. 19:3-9)

 

¿Cuándo el consejo se aleja de los ancianos,…?

 

1Vino a mí palabra de Jesús, diciendo: 2Tú, hijo de hombre, así ha dicho Jesús el Señor a la tierra de Israel: El fin, el fin viene sobre los cuatro extremos de la tierra. 3Ahora será el fin sobre ti, y enviaré sobre ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y pondré sobre ti todas tus abominaciones. 4Y mi ojo no te perdonará, ni tendré misericordia; antes pondré sobre ti tus caminos, y en medio de ti estarán tus abominaciones; y sabréis que yo soy Jesús. 5Así ha dicho Jesús el Señor: Un mal, he aquí que viene un mal. 6Viene el fin, el fin viene; se ha despertado contra ti; he aquí que viene. 7La mañana viene para ti, oh morador de la tierra; el tiempo viene, cercano está el día; día de tumulto, y no de alegría, sobre los montes. 8Ahora pronto derramaré mi ira sobre ti, y cumpliré en ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y pondré sobre ti tus abominaciones. 9Y mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia; según tus caminos pondré sobre ti, y en medio de ti estarán tus abominaciones; y sabréis que yo Jesús soy el que castiga. 10He aquí el día, he aquí que viene; ha salido la mañana; ha florecido la vara, ha reverdecido la soberbia. 11La violencia se ha levantado en vara de maldad; ninguno quedará de ellos, ni de su multitud, ni uno de los suyos, ni habrá entre ellos quien se lamente. 12El tiempo ha venido, se acercó el día; el que compra, no se alegre, y el que vende, no llore, porque la ira está sobre toda la multitud. 13Porque el que vende no volverá a lo vendido, aunque queden vivos; porque la visión sobre toda la multitud no se revocará, y a causa de su iniquidad ninguno podrá amparar su vida. 14Tocarán trompeta, y prepararán todas las cosas, y no habrá quien vaya a la batalla; porque mi ira está sobre toda la multitud. 15De fuera espada, de dentro pestilencia y hambre; el que esté en el campo morirá a espada, y al que esté en la ciudad lo consumirá el hambre y la pestilencia. 16Y los que escapen de ellos huirán y estarán sobre los montes como palomas de los valles, gimiendo todos, cada uno por su iniquidad. 17Toda mano se debilitará, y toda rodilla será débil como el agua. 18Se ceñirán también de cilicio, y les cubrirá terror; en todo rostro habrá vergüenza, y todas sus cabezas estarán rapadas. 19Arrojarán su plata en las calles, y su oro será desechado; ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jesús; no saciarán su alma, ni llenarán sus entrañas, porque ha sido tropiezo para su maldad. 20Por cuanto convirtieron la gloria de su ornamento en soberbia, e hicieron de ello las imágenes de sus abominables ídolos, por eso se lo convertí en cosa repugnante. 21En mano de extraños la entregué para ser saqueada, y será presa de los impíos de la tierra, y la profanarán. 22Y apartaré de ellos mi rostro, y será violado mi lugar secreto; pues entrarán en él invasores y lo profanarán. 23Haz una cadena, porque la tierra está llena de delitos de sangre, y la ciudad está llena de violencia. 24Traeré, por tanto, los más perversos de las naciones, los cuales poseerán las casas de ellos; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados. 25Destrucción viene; y buscarán la paz, y no la habrá. 26Quebrantamiento vendrá sobre quebrantamiento, y habrá rumor sobre rumor; y buscarán respuesta del profeta, mas la ley se alejará del sacerdote, y de los ancianos el consejo. 27El rey se enlutará, y el príncipe se vestirá de tristeza, y las manos del pueblo de la tierra temblarán; según su camino haré con ellos, y con los juicios de ellos los juzgaré; y sabrán que yo soy Jesús.” (Eze. 7:1-27)

 

¿Cuándo el consejo nos puede traer vergüenza,…?

 

1Israel es una frondosa viña, que da abundante fruto para sí mismo; conforme a la abundancia de su fruto multiplicó también los altares, conforme a la bondad de su tierra aumentaron sus ídolos. 2Está dividido su corazón. Ahora serán hallados culpables; Jesús demolerá sus altares, destruirá sus ídolos. 3Seguramente dirán ahora: No tenemos rey, porque no temimos a Jesús; ¿y qué haría el rey por nosotros? 4Han hablado palabras jurando en vano al hacer pacto; por tanto, el juicio florecerá como ajenjo en los surcos del campo. 5Por las becerras de Bet-avén serán atemorizados los moradores de Samaria; porque su pueblo lamentará a causa del becerro, y sus sacerdotes que en él se regocijaban por su gloria, la cual será disipada. 6Aun será él llevado a Asiria como presente al rey Jareb; Efraín será avergonzado, e Israel se avergonzará de su consejo.” (Oseas 10:1-6)

 

¿Cuándo hay consejo de paz entre el sacerdote y el renuevo,…?

 

9Vino a mí palabra de Jesús, diciendo: 10Toma de los del cautiverio a Heldai, a Tobías y a Jedaías, los cuales volvieron de Babilonia; e irás en aquel día, y entrarás en casa de Josías hijo de Sofonías. 11Tomarás, pues, plata y oro, y harás coronas, y las pondrás en la cabeza del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac. 12Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jesús de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jesús. 13El edificará el templo de Jesús, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono, y habrá sacerdote a su lado; y consejo de paz habrá entre ambos. 14Las coronas servirán a Helem, a Tobías, a Jedaías y a Hen hijo de Sofonías, como memoria en el templo de Jesús. 15Y los que están lejos vendrán y ayudarán a edificar el templo de Jesús, y conoceréis que Jesús de los ejércitos me ha enviado a vosotros. Y esto sucederá si oyereis obedientes la voz de Jesús vuestro Dios.” (Zac. 6:9-15)

 

¿Hay que atender el consejo,…?

 

33Atended el consejo, y sed sabios, y no lo menospreciéis.” (Prov. 8:33)

 

¿Hay consejo que podamos dar a Jesús,…?

 

30No hay sabiduría, ni inteligencia, Ni consejo, contra Jesús.” (Prov. 21:30)

 

13¿Quién enseñó al Espíritu de Jesús, o le aconsejó enseñándole? 14¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? 15He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. 16Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio. 17Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es.” (Isa. 40:13-17)

 

¿Hay consejos que son para dar muerte a los profetas de Dios,…?

 

8Y dijeron: Venid y maquinemos contra Jeremías; porque la ley no faltará al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Venid e hirámoslo de lengua, y no atendamos a ninguna de sus palabras. 19Oh Jesús, mira por mí, y oye la voz de los que contienden conmigo. 20¿Se da mal por bien, para que hayan cavado hoyo a mi alma? Acuérdate que me puse delante de ti para hablar bien por ellos, para apartar de ellos tu ira. 21Por tanto, entrega sus hijos a hambre, dispérsalos por medio de la espada, y queden sus mujeres sin hijos, y viudas; y sus maridos sean puestos a muerte, y sus jóvenes heridos a espada en la guerra. 22Oigase clamor de sus casas, cuando traigas sobre ellos ejército de repente; porque cavaron hoyo para prenderme, y a mis pies han escondido lazos. 23Pero tú, oh Jesús, conoces todo su consejo contra para muerte; no perdones su maldad, ni borres su pecado de delante de tu rostro; y tropiecen delante de ti; haz así con ellos en el tiempo de tu enojo.” (Jer. 18:8-23)

 

¿Puede Dios imponer a sus consejos juramento,…?

 

17Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; 18para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.” (Heb. 6:17-18)

 

¿Cómo debemos actuar frente a los consejos,…?

 

¿No hay que precipitarse a dar respuesta a los consejos,…?21Me oían, y esperaban, Y callaban a mi consejo. 22Tras mi palabra no replicaban, y mi razón destilaba sobre ellos. 23Me esperaban como a la lluvia, y abrían su boca como a la lluvia tardía. 24Si me reía con ellos, no lo creían; y no abatían la luz de mi rostro. 25Calificaba yo el camino de ellos, y me sentaba entre ellos como el jefe; y moraba como rey en el ejército, como el que consuela a los que lloran.” (Job. 29:21-22)

 

¿Cómo Dios señala consejo a los hombres,…?

 

14Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; Pero el hombre no entiende. 15Por sueño, en visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho, 16Entonces revela al oído de los hombres, y les señala su consejo, 17Para quitar al hombre de su obra, y apartar del varón la soberbia.” (Job. 33:17)

 

¿Cómo ayudan los consejos a los pensamientos,…?

 

22Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman.” (Prov. 15:22)

 

¿Cómo es llamada Jerusalén cuando Jesús restaurare sus jueces como al principio y sus consejeros como al principio,…?

 

21¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas. 22Tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua. 23Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda. 24Por tanto, dice el Señor, Jesús de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios; 25y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza. 26Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.” (Isa. 1:21-26)

 

Precauciones de escuchar consejo que no esté de acuerdo con la palabra de Dios,…

 

25Entonces reedificó Jeroboam a Siquem en el monte de Efraín, y habitó en ella; y saliendo de allí, reedificó a Penuel. 26Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David, 27si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de Jesús en Jerusalén; porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam rey de Judá, y me matarán a , y se volverán a Roboam rey de Judá. 28Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto. 29Y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan. 30Y esto fue causa de pecado; porque el pueblo iba a adorar delante de uno hasta Dan. 31Hizo también casas sobre los lugares altos, e hizo sacerdotes de entre el pueblo, que no eran de los hijos de Leví. 32Entonces instituyó Jeroboam fiesta solemne en el mes octavo, a los quince días del mes, conforme a la fiesta solemne que se celebraba en Judá; y sacrificó sobre un altar. Así hizo en Bet-el, ofreciendo sacrificios a los becerros que había hecho. Ordenó también en Bet-el sacerdotes para los lugares altos que él había fabricado. 33Sacrificó, pues, sobre el altar que él había hecho en Bet-el, a los quince días del mes octavo, el mes que él había inventado de su propio corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso. 1He aquí que un varón de Dios por palabra de Jesús vino de Judá a Bet-el; y estando Jeroboam junto al altar para quemar incienso, 2aquél clamó contra el altar por palabra de Jesús y dijo: Altar, altar, así ha dicho Jesús: He aquí que a la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso, y sobre ti quemarán huesos de hombres. 3Y aquel mismo día dio una señal, diciendo: Esta es la señal de que Jesús ha hablado: he aquí que el altar se quebrará, y la ceniza que sobre él está se derramará. 4Cuando el rey Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar de Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, dijo: ¡Prendedle! Mas la mano que había extendido contra él, se le secó, y no la pudo enderezar. 5Y el altar se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jesús. 6Entonces respondiendo el rey, dijo al varón de Dios: Te pido que ruegues ante la presencia de Jesús tu Dios, y ores por , para que mi mano me sea restaurada. Y el varón de Dios oró a Jesús, y la mano del rey se le restauró, y quedó como era antes. 7Y el rey dijo al varón de Dios: Ven conmigo a casa, y comerás, y yo te daré un presente. 8Pero el varón de Dios dijo al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa, no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar. 9Porque así me está ordenado por palabra de Jesús, diciendo: No comas pan, ni bebas agua, ni regreses por el camino que fueres. 10Regresó, pues, por otro camino, y no volvió por el camino por donde había venido a Bet-el. 11Moraba entonces en Bet-el un viejo profeta, al cual vino su hijo y le contó todo lo que el varón de Dios había hecho aquel día en Bet-el; le contaron también a su padre las palabras que había hablado al rey. 12Y su padre les dijo: ¿Por qué camino se fue? Y sus hijos le mostraron el camino por donde había regresado el varón de Dios que había venido de Judá. 13Y él dijo a sus hijos: Ensilladme el asno. Y ellos le ensillaron el asno, y él lo montó. 14Y yendo tras el varón de Dios, le halló sentado debajo de una encina, y le dijo: ¿Eres tú el varón de Dios que vino de Judá? El dijo: Yo soy. 15Entonces le dijo: Ven conmigo a casa, y come pan. 16Mas él respondió: No podré volver contigo, ni iré contigo, ni tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar. 17Porque por palabra de Dios me ha sido dicho: No comas pan ni bebas agua allí, ni regreses por el camino por donde fueres. 18Y el otro le dijo, mintiéndole: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por palabra de Jesús, diciendo: Tráele contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua. 19Entonces volvió con él, y comió pan en su casa, y bebió agua. 20Y aconteció que estando ellos en la mesa, vino palabra de Jesús al profeta que le había hecho volver. 21Y clamó al varón de Dios que había venido de Judá, diciendo: Así dijo Jesús: Por cuanto has sido rebelde al mandato de Jesús, y no guardaste el mandamiento que Jesús tu Dios te había prescrito, 22sino que volviste, y comiste pan y bebiste agua en el lugar donde Jesús te había dicho que no comieses pan ni bebieses agua, no entrará tu cuerpo en el sepulcro de tus padres. 23Cuando había comido pan y bebido, el que le había hecho volver le ensilló el asno. 24Y yéndose, le topó un león en el camino, y le mató; y su cuerpo estaba echado en el camino, y el asno junto a él, y el león también junto al cuerpo. 25Y he aquí unos que pasaban, y vieron el cuerpo que estaba echado en el camino, y el león que estaba junto al cuerpo; y vinieron y lo dijeron en la ciudad donde el viejo profeta habitaba. 26Oyéndolo el profeta que le había hecho volver del camino, dijo: El varón de Dios es, que fue rebelde al mandato de Jesús; por tanto, Jesús le ha entregado al león, que le ha quebrantado y matado, conforme a la palabra de Jesús que él le dijo. 27Y habló a sus hijos, y les dijo: Ensilladme un asno. Y ellos se lo ensillaron. 28Y él fue, y halló el cuerpo tendido en el camino, y el asno y el león que estaban junto al cuerpo; el león no había comido el cuerpo, ni dañado al asno. 29Entonces tomó el profeta el cuerpo del varón de Dios, y lo puso sobre el asno y se lo llevó. Y el profeta viejo vino a la ciudad, para endecharle y enterrarle. 30Y puso el cuerpo en su sepulcro; y le endecharon, diciendo: ¡Ay, hermano mío! 31Y después que le hubieron enterrado, habló a sus hijos, diciendo: Cuando yo muera, enterradme en el sepulcro en que está sepultado el varón de Dios; poned mis huesos junto a los suyos. 32Porque sin duda vendrá lo que él dijo a voces por palabra de Jesús contra el altar que está en Bet-el, y contra todas las casas de los lugares altos que están en las ciudades de Samaria. 33Con todo esto, no se apartó Jeroboam de su mal camino, sino que volvió a hacer sacerdotes de los lugares altos de entre el pueblo, y a quien quería lo consagraba para que fuese de los sacerdotes de los lugares altos. 34Y esto fue causa de pecado a la casa de Jeroboam, por lo cual fue cortada y raída de sobre la faz de la tierra. 1En aquel tiempo Abías hijo de Jeroboam cayó enfermo. 2Y dijo Jeroboam a su mujer: Levántate ahora y disfrázate, para que no te conozcan que eres la mujer de Jeroboam, y ve a Silo; porque allá está el profeta Ahías, el que me dijo que yo había de ser rey sobre este pueblo. 3Y toma en tu mano diez panes, y tortas, y una vasija de miel, y ve a él, para que te declare lo que ha de ser de este niño. 4Y la mujer de Jeroboam lo hizo así; y se levantó y fue a Silo, y vino a casa de Ahías. Y ya no podía ver Ahías, porque sus ojos se habían oscurecido a causa de su vejez. 5Mas Jesús había dicho a Ahías: He aquí que la mujer de Jeroboam vendrá a consultarte por su hijo, que está enfermo; así y así le responderás, pues cuando ella viniere, vendrá disfrazada. 6Cuando Ahías oyó el sonido de sus pies, al entrar ella por la puerta, dijo: Entra, mujer de Jeroboam. ¿Por qué te finges otra? He aquí yo soy enviado a ti con revelación dura. 7Ve y di a Jeroboam: Así dijo Jesús Dios de Israel: Por cuanto yo te levanté de en medio del pueblo, y te hice príncipe sobre mi pueblo Israel, 8y rompí el reino de la casa de David y te lo entregué a ti; y tú no has sido como David mi siervo, que guardó mis mandamientos y anduvo en pos de mí con todo su corazón, haciendo solamente lo recto delante de mis ojos, 9sino que hiciste lo malo sobre todos los que han sido antes de ti, pues fuiste y te hiciste dioses ajenos e imágenes de fundición para enojarme, y a me echaste tras tus espaldas; 10por tanto, he aquí que yo traigo mal sobre la casa de Jeroboam, y destruiré de Jeroboam todo varón, así el siervo como el libre en Israel; y barreré la posteridad de la casa de Jeroboam como se barre el estiércol, hasta que sea acabada. 11El que muera de los de Jeroboam en la ciudad, lo comerán los perros, y el que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo; porque Jesús lo ha dicho. 12Y tú levántate y vete a tu casa; y al poner tu pie en la ciudad, morirá el niño. 13Y todo Israel lo endechará, y le enterrarán; porque de los de Jeroboam, sólo él será sepultado, por cuanto se ha hallado en él alguna cosa buena delante de Jesús Dios de Israel, en la casa de Jeroboam. 14Y Jesús levantará para sí un rey sobre Israel, el cual destruirá la casa de Jeroboam en este día; y lo hará ahora mismo. 15Jesús sacudirá a Israel al modo que la caña se agita en las aguas; y él arrancará a Israel de esta buena tierra que había dado a sus padres, y los esparcirá más allá del Eufrates, por cuanto han hecho sus imágenes de Asera, enojando a Jesús. 16Y él entregará a Israel por los pecados de Jeroboam, el cual pecó, y ha hecho pecar a Israel. 17Entonces la mujer de Jeroboam se levantó y se marchó, y vino a Tirsa; y entrando ella por el umbral de la casa, el niño murió. 18Y lo enterraron, y lo endechó todo Israel, conforme a la palabra de Jesús, la cual él había hablado por su siervo el profeta Ahías. 19Los demás hechos de Jeroboam, las guerras que hizo, y cómo reinó, todo está escrito en el libro de las historias de los reyes de Israel. 20El tiempo que reinó Jeroboam fue de veintidós años; y habiendo dormido con sus padres, reinó en su lugar Nadab su hijo.” (1Rey. 12:25-33; 1Rey. 13:1-34; 1Rey. 14:1-20)

 

Precauciones de aprender consejos,…

 

¿Hay consejos que llegan al alma,… pero con tristeza,…?2¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con tristezas en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre ?” (Sal. 13:2)

 

¿No siempre se espera el consejo de Dios,…?6Pecamos nosotros, como nuestros padres; Hicimos iniquidad, hicimos impiedad. 7Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias, sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo. 8Pero él los salvó por amor de su nombre, para hacer notorio su poder. 9Reprendió al Mar Rojo y lo secó, y les hizo ir por el abismo como por un desierto. 10Los salvó de mano del enemigo, y los rescató de mano del adversario. 11Cubrieron las aguas a sus enemigos; No quedó ni uno de ellos. 11Cubrieron las aguas a sus enemigos; No quedó ni uno de ellos. 12Entonces creyeron a sus palabras y cantaron su alabanza. 13Bien pronto olvidaron sus obras; No esperaron su consejo.” (Sal. 106:13)

 

¿No siempre el que Dios libre a las personas,… hace que dichas personas obedezcan sus consejos más bien se rebelan contra sus consejos,…?43Muchas veces los libró; Mas ellos se rebelaron contra su consejo, y fueron humillados por su maldad. 44Con todo, él miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor; 45Y se acordaba de su pacto con ellos, y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias.” (Sal. 106:43-45)

 

¿Qué puede pasar cuando uno toma consejo pero es perezoso,…?30Pasé junto al campo del hombre perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento; 31Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, ortigas habían ya cubierto su faz, y su cerca de piedra estaba ya destruida. 32Miré, y lo puse en mi corazón; Lo vi, y tomé consejo. 33Un poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; 34Así vendrá como caminante tu necesidad, y tu pobreza como hombre armado.” (Prov. 24:30-34)

 

Precauciones de ser un consejero,…

 

¿No siempre los consejeros viven cuando son invadidos los pueblos,…? 18Tomó entonces el capitán de la guardia al primer sacerdote Seraías, al segundo sacerdote Sofonías, y tres guardas de la vajilla; 19y de la ciudad tomó un oficial que tenía a su cargo los hombres de guerra, y cinco varones de los consejeros del rey, que estaban en la ciudad, el principal escriba del ejército, que llevaba el registro de la gente del país, y sesenta varones del pueblo de la tierra, que estaban en la ciudad. 20Estos tomó Nabuzaradán, capitán de la guardia, y los llevó a Ribla al rey de Babilonia. 21Y el rey de Babilonia los hirió y mató en Ribla, en tierra de Hamat. Así fue llevado cautivo Judá de sobre su tierra.” (2Rey. 25:18-21)

 

¿Los consejeros se dejan sobornar,…?4Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara. 5Sobornaron además contra ellos a los consejeros para frustrar sus propósitos, todo el tiempo de Ciro rey de Persia y hasta el reinado de Darío rey de Persia.” (Esd. 4:4-5)

 

Consecuencias de ser una nación privada de consejos,…

 

¿Cuándo una nación es privada de consejos entonces carece de entendimiento,…?28Porque son nación privada de consejos, y no hay en ellos entendimiento.” (Deut. 32:28)

 

Consecuencia de rechazar el consejo de los ancianos,… y tomar consejo de jóvenes,…

 

6Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? 7Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.8Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él. 9Y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros? 10Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre. 11Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones. 12Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había mandado, diciendo: Volved a mí al tercer día. 13Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado; 14y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones. 15Y no oyó el rey al pueblo; porque era designio de Jesús para confirmar la palabra que Jesús había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat. 16Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas. 17Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá. 18Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero lo apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró a subirse en un carro y huir a Jerusalén. 19Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy. 20Y aconteció que oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la congregación, y le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa de David, sino sólo la tribu de Judá.” (1Rey. 12:8-20)

 

6Entonces el rey Roboam tomó consejo con los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? 7Y ellos le contestaron diciendo: Si te condujeres humanamente con este pueblo, y les agradares, y les hablares buenas palabras, ellos te servirán siempre. 8Mas él, dejando el consejo que le dieron los ancianos, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y que estaban a su servicio. 9Y les dijo: ¿Qué aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado, diciendo: Alivia algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros? 10Entonces los jóvenes que se habían criado con él, le contestaron: Así dirás al pueblo que te ha hablado diciendo: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminuye nuestra carga. Así les dirás: Mi dedo más pequeño es más grueso que los lomos de mi padre. 11Así que, si mi padre os cargó de yugo pesado, yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones. 12Vino, pues, Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día, según el rey les había mandado diciendo: Volved a mí de aquí a tres días. 13Y el rey les respondió ásperamente; pues dejó el rey Roboam el consejo de los ancianos, 14y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, más yo con escorpiones. 15Y no escuchó el rey al pueblo; porque la causa era de Dios, para que Jesús cumpliera la palabra que había hablado por Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat. 16Y viendo todo Israel que el rey no les había oído, respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia en el hijo de Isaí. ¡Israel, cada uno a sus tiendas! ¡David, mira ahora por tu casa! Así se fue todo Israel a sus tiendas. 17Mas reinó Roboam sobre los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá. 18Envió luego el rey Roboam a Adoram, que tenía cargo de los tributos; pero le apedrearon los hijos de Israel, y murió. Entonces se apresuró el rey Roboam, y subiendo en su carro huyó a Jerusalén. 19Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.” (2Cro. 10:6-19)

 

Consecuencias de rechazar el consejo de la sabiduría,…

 

20La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas; 21Clama en los principales lugares de reunión; En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones. 22¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán la ciencia? 23Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras. 24Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, 25Sino que desechasteis todo consejo mío y mi reprensión no quisisteis, 26También yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; 27Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. 28Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán. 29Por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jesús, 30Ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía, 31Comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos.” (Prov. 1:20-30)

 

Consecuencias de aborrecer el consejo del Altísimo,… pero clamar a Jesús cuando están en angustia,…

 

10Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte, aprisionados en aflicción y en hierros, 11Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jesús, y aborrecieron el consejo del Altísimo. 12Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones; Cayeron, y no hubo quien los ayudase. 13Luego que clamaron a Jesús en su angustia, los libró de sus aflicciones; 14Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones. 15Alaben la misericordia de Jesús, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.” (Sal. 107:10-14)

 

Consecuencias de aborrecer el consejo e ir tras la mujer extraña,…

 

7Ahora pues, hijos, oídme, y no os apartéis de las razones de mi boca. 8Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa; 9Para que no des a los extraños tu honor, y tus años al cruel; 10No sea que extraños se sacien de tu fuerza, y tus trabajos estén en casa del extraño; 11Y gimas al final, cuando se consuma tu carne y tu cuerpo, 12Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón menospreció la reprensión; 13No oí la voz de los que me instruían, y a los que me enseñaban no incliné mi oído! 14Casi en todo mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación.” (Prov. 5:7-14)

 

Consecuencias de menospreciar el consejo,…

 

18Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; Mas el que guarda la corrección recibirá honra.” (Prov. 13:18)

 

13Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos; 14porque de la cárcel salió para reinar, aunque en su reino nació pobre.” (Ecle. 4:13-14)

 

Consecuencias de no inclinar el oído a Dios y caminar en sus propios consejos,…

 

24Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante, 25desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Y os envié todos los profetas mis siervos, enviándolos desde temprano y sin cesar; 26pero no me oyeron ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz, e hicieron peor que sus padres. 27Tú, pues, les dirás todas estas palabras, pero no te oirán; los llamarás, y no te responderán. 28Les dirás, por tanto: Esta es la nación que no escuchó la voz de Jesús su Dios, ni admitió corrección; pereció la verdad, y de la boca de ellos fue cortada. 29Corta tu cabello, y arrójalo, y levanta llanto sobre las alturas; porque Jesús ha aborrecido y dejado la generación objeto de su ira.” (Jer. 7:24-29)

 

 

Consecuencias de tomar consejo pero no de Dios y apoyarse en sus propias fuerzas para atacar al pueblo de Dios,…

 

19Y les dijo el Rabsaces: Decid ahora a Ezequías: Así dice el gran rey de Asiria: ¿Qué confianza es esta en que te apoyas? 20Dices (pero son palabras vacías): Consejo tengo y fuerzas para la guerra. Mas ¿en qué confías, que te has rebelado contra ? 21He aquí que confías en este báculo de caña cascada, en Egipto, en el cual si alguno se apoyare, se le entrará por la mano y la traspasará. Tal es Faraón rey de Egipto para todos los que en él confían. 22Y si me decís: Nosotros confiamos en Jesús nuestro Dios, ¿no es éste aquel cuyos lugares altos y altares ha quitado Ezequías, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: Delante de este altar adoraréis en Jerusalén? 23Ahora, pues, yo te ruego que des rehenes a mi señor, el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si tú puedes dar jinetes para ellos. 24¿Cómo, pues, podrás resistir a un capitán, al menor de los siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto con sus carros y su gente de a caballo? 25¿Acaso he venido yo ahora sin Jesús a este lugar, para destruirlo? Jesús me ha dicho: Sube a esta tierra, y destrúyela. 26Entonces dijo Eliaquim hijo de Hilcías, y Sebna y Joa, al Rabsaces: Te rogamos que hables a tus siervos en arameo, porque nosotros lo entendemos, y no hables con nosotros en lengua de Judá a oídos del pueblo que está sobre el muro. 27Y el Rabsaces les dijo: ¿Me ha enviado mi señor para decir estas palabras a ti y a tu señor, y no a los hombres que están sobre el muro, expuestos a comer su propio estiércol y beber su propia orina con vosotros? 28Entonces el Rabsaces se puso en pie y clamó a gran voz en lengua de Judá, y habló diciendo: Oíd la palabra del gran rey, el rey de Asiria. 29Así ha dicho el rey: No os engañe Ezequías, porque no os podrá librar de mi mano. 30Y no os haga Ezequías confiar en Jesús, diciendo: Ciertamente nos librará Jesús, y esta ciudad no será entregada en mano del rey de Asiria. 31No escuchéis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: Haced conmigo paz, y salid a , y coma cada uno de su vid y de su higuera, y beba cada uno las aguas de su pozo, 32hasta que yo venga y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas, tierra de olivas, de aceite, y de miel; y viviréis, y no moriréis. No oigáis a Ezequías, porque os engaña cuando dice: Jesús nos librará. 33¿Acaso alguno de los dioses de las naciones ha librado su tierra de la mano del rey de Asiria? 34¿Dónde está el dios de Hamat y de Arfad? ¿Dónde está el dios de Sefarvaim, de Hena, y de Iva? ¿Pudieron éstos librar a Samaria de mi mano? 35¿Qué dios de todos los dioses de estas tierras ha librado su tierra de mi mano, para que Jesús libre de mi mano a Jerusalén? 36Pero el pueblo calló, y no le respondió palabra; porque había mandamiento del rey, el cual había dicho: No le respondáis. 37Entonces Eliaquim hijo de Hilcías, mayordomo, y Sebna escriba, y Joa hijo de Asaf, canciller, vinieron a Ezequías, rasgados sus vestidos, y le contaron las palabras del Rabsaces. 1Cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestidos y se cubrió de cilicio, y entró en la casa de Jesús. 2Y envió a Eliaquim mayordomo, a Sebna escriba y a los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaías hijo de Amoz, 3para que le dijesen: Así ha dicho Ezequías: Este día es día de angustia, de reprensión y de blasfemia; porque los hijos están a punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas. 4Quizá oirá Jesús tu Dios todas las palabras del Rabsaces, a quien el rey de los asirios su señor ha enviado para blasfemar al Dios viviente, y para vituperar con palabras, las cuales Jesús tu Dios ha oído; por tanto, eleva oración por el remanente que aún queda. 5Vinieron, pues, los siervos del rey Ezequías a Isaías. 6E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así ha dicho Jesús: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria. 7He aquí pondré yo en él un espíritu, y oirá rumor, y volverá a su tierra; y haré que en su tierra caiga a espada. 8Y regresando el Rabsaces, halló al rey de Asiria combatiendo contra Libna; porque oyó que se había ido de Laquis. 9Y oyó decir que Tirhaca rey de Etiopía había salido para hacerle guerra. Entonces volvió él y envió embajadores a Ezequías, diciendo: 10Así diréis a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, para decir: Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria. 11He aquí has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las tierras, destruyéndolas; ¿y escaparás ? 12¿Acaso libraron sus dioses a las naciones que mis padres destruyeron, esto es, Gozán, Harán, Resef, y los hijos de Edén que estaban en Telasar? 13¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, y el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena y de Iva? 14Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la casa de Jesús, y las extendió Ezequías delante de Jesús. 15Y oró Ezequías delante de Jesús, diciendo: Jesús Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra. 16Inclina, oh Jesús, tu oído, y oye; abre, oh Jesús, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente. 17Es verdad, oh Jesús, que los reyes de Asiria han destruido las naciones y sus tierras; 18y que echaron al fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y por eso los destruyeron. 19Ahora, pues, oh Jesús Dios nuestro, sálvanos, te ruego, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Jesús, eres Dios. 20Entonces Isaías hijo de Amoz envió a decir a Ezequías: Así ha dicho Jesús, Dios de Israel: Lo que me pediste acerca de Senaquerib rey de Asiria, he oído. 21Esta es la palabra que Jesús ha pronunciado acerca de él: La virgen hija de Sion te menosprecia, te escarnece; detrás de ti mueve su cabeza la hija de Jerusalén. 22¿A quién has vituperado y blasfemado? ¿Y contra quién has alzado la voz, y levantado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel. 23Por mano de tus mensajeros has vituperado a Jesús, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las alturas de los montes, a lo más inaccesible del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus cipreses más escogidos; me alojaré en sus más remotos lugares, en el bosque de sus feraces campos. 24Yo he cavado y bebido las aguas extrañas, he secado con las plantas de mis pies todos los ríos de Egipto. 25¿Nunca has oído que desde tiempos antiguos yo lo hice, y que desde los días de la antigüedad lo tengo ideado? Y ahora lo he hecho venir, y tú serás para hacer desolaciones, para reducir las ciudades fortificadas a montones de escombros. 26Sus moradores fueron de corto poder; fueron acobardados y confundidos; vinieron a ser como la hierba del campo, y como hortaliza verde, como heno de los terrados, marchitado antes de su madurez. 27He conocido tu situación, tu salida y tu entrada, y tu furor contra . 28Por cuanto te has airado contra , por cuanto tu arrogancia ha subido a mis oídos, yo pondré mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste. 29Y esto te daré por señal, oh Ezequías: Este año comeréis lo que nacerá de suyo, y el segundo año lo que nacerá de suyo; y el tercer año sembraréis, y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis el fruto de ellas. 30Y lo que hubiere escapado, lo que hubiere quedado de la casa de Judá, volverá a echar raíces abajo, y llevará fruto arriba. 31Porque saldrá de Jerusalén remanente, y del monte de Sion los que se salven. El celo de Jesús de los ejércitos hará esto. 32Por tanto, así dice Jesús acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. 33Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jesús. 34Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo. 35Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jesús, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos. 36Entonces Senaquerib rey de Asiria se fue, y volvió a Nínive, donde se quedó. 37Y aconteció que mientras él adoraba en el templo de Nisroc su dios, Adramelec y Sarezer sus hijos lo hirieron a espada, y huyeron a tierra de Ararat. Y reinó en su lugar Esar-hadón su hijo.” (2Rey. 18:19-37; 2Rey. 19:1-37)

 

Consecuencias de caminar en nuestros propios consejos,…

 

11Pero mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a . 12Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos.” (Sal. 81:11-12)

 

20La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas; 21Clama en los principales lugares de reunión; En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones. 22¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán la ciencia? 23Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras. 24Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, 25Sino que desechasteis todo consejo mío y mi reprensión no quisisteis, 26También yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; 27Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. 28Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán. 29Por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jesús, 30Ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía, 31Comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos.” (Prov. 1:20-30)

 

Consecuencias de tener propios consejos y no convertirse a Jesús,…

 

5No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo será su rey, porque no se quisieron convertir. 6Caerá espada sobre sus ciudades, y consumirá sus aldeas; las consumirá a causa de sus propios consejos.” (Oseas 11:5-6)

 

Consecuencias de poner habido consejos en el pueblo para glorificar a Jesús,…

 

20Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jesús vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. 21Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jesús, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jesús, porque su misericordia es para siempre. 22Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jesús puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros. 23Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero. 24Y luego que vino Judá a la torre del desierto, miraron hacia la multitud, y he aquí yacían ellos en tierra muertos, pues ninguno había escapado. 25Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar; tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho. 26Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron a Jesús, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca, hasta hoy. 27Y todo Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para regresar a Jerusalén gozosos, porque Jesús les había dado gozo librándolos de sus enemigos. 28Y vinieron a Jerusalén con salterios, arpas y trompetas, a la casa de Jesús. 29Y el pavor de Dios cayó sobre todos los reinos de aquella tierra, cuando oyeron que Jesús había peleado contra los enemigos de Israel. 30Y el reino de Josafat tuvo paz, porque su Dios le dio paz por todas partes.” (2Cro. 20:20-30)

 

Consecuencias de tomar consejos para hacer lo que Dios manda que hagamos,…

 

1Envió después Ezequías por todo Israel y Judá, y escribió cartas a Efraín y a Manasés, para que viniesen a Jerusalén a la casa de Jesús para celebrar la pascua a Jesús Dios de Israel. 2Y el rey había tomado consejo con sus príncipes, y con toda la congregación en Jerusalén, para celebrar la pascua en el mes segundo; 3porque entonces no la podían celebrar, por cuanto no había suficientes sacerdotes santificados, ni el pueblo se había reunido en Jerusalén. 4Esto agradó al rey y a toda la multitud. 5Y determinaron hacer pasar pregón por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que viniesen a celebrar la pascua a Jesús Dios de Israel, en Jerusalén; porque en mucho tiempo no la habían celebrado al modo que está escrito. 6Fueron, pues, correos con cartas de mano del rey y de sus príncipes por todo Israel y Judá, como el rey lo había mandado, y decían: Hijos de Israel, volveos a Jesús el Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, y él se volverá al remanente que ha quedado de la mano de los reyes de Asiria. 7No seáis como vuestros padres y como vuestros hermanos, que se rebelaron contra Jesús el Dios de sus padres, y él los entregó a desolación, como vosotros veis. 8No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a Jesús, y venid a su santuario, el cual él ha santificado para siempre; y servid a Jesús vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros. 9Porque si os volviereis a Jesús, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán misericordia delante de los que los tienen cautivos, y volverán a esta tierra; porque Jesús vuestro Dios es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su rostro, si vosotros os volviereis a él. 10Pasaron, pues, los correos de ciudad en ciudad por la tierra de Efraín y Manasés, hasta Zabulón; mas se reían y burlaban de ellos. 11Con todo eso, algunos hombres de Aser, de Manasés y de Zabulón se humillaron, y vinieron a Jerusalén. 12En Judá también estuvo la mano de Dios para darles un solo corazón para cumplir el mensaje del rey y de los príncipes, conforme a la palabra de Jesús. 13Y se reunió en Jerusalén mucha gente para celebrar la fiesta solemne de los panes sin levadura en el mes segundo, una vasta reunión. 14Y levantándose, quitaron los altares que había en Jerusalén; quitaron también todos los altares de incienso, y los echaron al torrente de Cedrón. 15Entonces sacrificaron la pascua, a los catorce días del mes segundo; y los sacerdotes y los levitas llenos de vergüenza se santificaron, y trajeron los holocaustos a la casa de Jesús. 16Y tomaron su lugar en los turnos de costumbre, conforme a la ley de Moisés varón de Dios; y los sacerdotes esparcían la sangre que recibían de manos de los levitas. 17Porque había muchos en la congregación que no estaban santificados, y por eso los levitas sacrificaban la pascua por todos los que no se habían purificado, para santificarlos a Jesús. 18Porque una gran multitud del pueblo de Efraín y Manasés, y de Isacar y Zabulón, no se habían purificado, y comieron la pascua no conforme a lo que está escrito. Mas Ezequías oró por ellos, diciendo: Jesús, que es bueno, sea propicio a todo aquel que ha preparado su corazón para buscar a Dios, 19a Jesús el Dios de sus padres, aunque no esté purificado según los ritos de purificación del santuario. 20Y oyó Jesús a Ezequías, y sanó al pueblo. 21Así los hijos de Israel que estaban en Jerusalén celebraron la fiesta solemne de los panes sin levadura por siete días con grande gozo; y glorificaban a Jesús todos los días los levitas y los sacerdotes, cantando con instrumentos resonantes a Jesús. 22Y habló Ezequías al corazón de todos los levitas que tenían buena inteligencia en el servicio de Jesús. Y comieron de lo sacrificado en la fiesta solemne por siete días, ofreciendo sacrificios de paz, y dando gracias a Jesús el Dios de sus padres. 23Y toda aquella asamblea determinó que celebrasen la fiesta por otros siete días; y la celebraron otros siete días con alegría. 24Porque Ezequías rey de Judá había dado a la asamblea mil novillos y siete mil ovejas; y también los príncipes dieron al pueblo mil novillos y diez mil ovejas; y muchos sacerdotes ya se habían santificado. 25Se alegró, pues, toda la congregación de Judá, como también los sacerdotes y levitas, y toda la multitud que había venido de Israel; asimismo los forasteros que habían venido de la tierra de Israel, y los que habitaban en Judá. 26Hubo entonces gran regocijo en Jerusalén; porque desde los días de Salomón hijo de David rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén. 27Después los sacerdotes y levitas, puestos en pie, bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, al cielo.” (2Cro. 30:1-27)

 

Consecuencias de que el varón no ande en consejos de malos

 

1Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2Sino que en la ley de Jesús está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. 3Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” (Sal. 1:1-3)

 

Consecuencias de que Dios nos guie según su consejo,… a pesar de que seamos torpes,…

 

¿Dios recibe en gloria a los que les guía en sus consejos,… a pesar de que sean torpes,… y hayan sido como una bestia,…?21Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas. 22Tan torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de ti. 23Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de la mano derecha. 24Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.” (Sal. 73:21-24)

 

Consecuencias de guardar los consejos de Dios,…

 

19Jesús con sabiduría fundó la tierra; Afirmó los cielos con inteligencia. 20Con su ciencia los abismos fueron divididos, y destilan rocío los cielos. 21Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, 22Y serán vida a tu alma, y gracia a tu cuello. 23Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará. 24Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato. 25No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, 26Porque Jesús será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso.” (Prov. 3:19-25)

 

Consecuencias de obedecer el consejo,…

 

15El camino del necio es derecho en su opinión; Mas el que obedece al consejo es sabio.” (Prov. 12:15)

 

Consecuencias de escuchar el consejo y recibir corrección,…

 

20Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez.” (Prov. 19:20)

 

Consecuencias de tener multitud de consejeros para hacer la guerra,…

 

6Porque con ingenio harás la guerra, y en la multitud de consejeros está la victoria.” (Prov. 24:6)

 

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