Fuente vs. Estanque

 

¿Qué fuente sale de la casa de Jesús y riega el valle de Sitim (que en hebreo es acacias o arbustos) cuando Jesús more en Sion y Jerusalén sea santa y extraños no pasarán más por ella?

 

17Y conoceréis que yo soy Jesús vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella. 18Sucederá en aquel tiempo, que los montes destilarán mosto, y los collados fluirán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán aguas; y saldrá una fuente de la casa de Jesús, y regará el valle de Sitim [“el pueblo de Israel, en aquel lugar comenzó a  fornicar con las hijas de Moab” (Núm. 25:1)].” (Joel 3:17-18)

 

¿Es bienaventurado,… quien al atravesar el valle de lágrimas lo cambia en fuente?

 

5Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos. 6Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques. 7Irán de poder en poder; Verán a Dios en Sion.” (Sal. 84:5-7) ¿En donde están todas las fuentes,…? 6Jesús contará al inscribir a los pueblos... Y cantores y tañedores en ella dirán: Todas mis fuentes están en ti. (Sal. 87:6-7)

 

¿Es arroyo que rebosa la fuente de la sabiduría?

 

4Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría” (Prov. 18:4)

 

¿Quién puede ser como manantial de aguas cuya agua nunca faltan... y su alma será como huerto de riego?

 

“...Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; 10y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. 11Jesús te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. 12Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar.” (Isa. 58:9-12)

 

¿Jesús puede cambiar la peña por estanque de aguas y en fuente de aguas la roca?

 

7A la presencia de Jesús tiembla la tierra, A la presencia del Dios de Jacob, 8El cual cambió la peña en estanque de aguas, Y en fuente de aguas la roca.” (Sal. 114:6)

 

¿Cómo el lugar seco se convierte en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas?

 

1Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. 2Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jesús, la hermosura del Dios nuestro. 3Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. 4Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. 5Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. 6Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. 7El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales (lobos,...), en su guarida, será lugar de cañas y juncos. 8Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. 9No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos.” (Isa. 35:1-9; ver también Isa. 54:1-17)


     
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