Voz del templo
¿Cuándo
Jesús rugue desde lo alto, y desde su morada santa da su voz,… y ruge
fuertemente contra su morada y canción de lagareros se canta contra todos los
moradores de la tierra, el estruendo llega hasta el fin de la tierra, porque
Jesús tiene juicio contra las naciones, y a entregado a los impíos a espada,…?
“30Tú, pues, profetizarás
contra ellos todas estas palabras y les dirás: Jesús rugirá desde lo alto, y desde su morada santa dará su
voz; rugirá fuertemente contra su morada; canción de lagareros cantará
contra todos los moradores de la tierra.
31Llegará el estruendo hasta el fin de la tierra,
porque Jesús tiene juicio contra las naciones;
él es el Juez
de toda carne; entregará los impíos a espada, dice Jesús. 32Así ha dicho Jesús de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines
de la tierra. 33Y yacerán
los muertos de Jesús en aquel día
desde un extremo de la tierra hasta el otro;
no se endecharán ni se recogerán ni serán
enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz
de la tierra. 34Aullad,
pastores,
y clamad; revolcaos en el polvo, mayorales del rebaño; porque cumplidos son vuestros días para que seáis
degollados y esparcidos, y caeréis
como vaso precioso. 35Y se acabará la
huida de los pastores, y el escape de los mayorales del rebaño. 36¡Voz de la gritería de los pastores, y aullido de los mayorales
del rebaño! porque Jesús asoló sus pastos.
37Y los pastos delicados serán
destruidos por el ardor de la ira de Jesús.
38Dejó cual leoncillo
su guarida; pues asolada fue la tierra de ellos
por la ira
del opresor, y por el furor de su saña.” (Jer. 25:30-38) ¿Qué se anuncia desde un alto monte,…? “9Súbete sobre un monte alto, anunciadora
de Sion;
levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén;
levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro! 10He aquí que
Jesús el Señor vendrá con poder, y
su brazo señoreará; he aquí que su recompensa
viene con él,
y su paga
delante de su rostro. 11Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.” (Isa. 40:9-11)